Un tribunal australiano condenó al zoólogo británico Adam Corden Britton a diez años y cinco meses de prisión por torturar, violar y matar a perros, así como por poseer material de abuso sexual de menores. El juez Michael Grant determinó que la pena es retroactiva a abril de 2022, cuando fue detenido, y que Britton no podrá pedir libertad condicional hasta cumplir seis años de cárcel. Durante la vista, el juez calificó los delitos como "inenarrables" y "grotescos".
Britton se declaró culpable en septiembre ante el tribunal de 63 cargos por los abusos a animales y por acceder a material sexual. Se determinó que desde al menos 2014 violaba a sus dos mascotas en su vivienda en Darwin, y entre noviembre de 2020 y abril de 2022 mató intencionalmente al menos 39 perros que había comprado en internet después de torturarlos. Solía enviar fotos a los dueños originales para engañarlos sobre el bienestar de los animales antes de cometer los abusos.
El zoólogo compartía material en un grupo encriptado de Telegram con personas con inclinaciones al maltrato animal y actividades sexuales con animales. En el momento de su detención, se encontraron diversos dispositivos electrónicos, armas, juguetes sexuales y restos de animales en su propiedad rural en Darwin. Britton utilizaba un contenedor lleno de cámaras y dispositivos de grabación para cometer los abusos y asesinatos de los perros. Los documentos judiciales detallan la brutalidad de sus delitos y la manera en la que manipulaba a los dueños originales de los perros para ocultar sus acciones.
La pena impuesta al zoólogo incluye una prohibición de pedir libertad condicional hasta que haya cumplido al menos seis años de prisión, lo que asegura que pasará un largo tiempo tras las rejas por sus crímenes atroces. El juez enfatizó la gravedad de los delitos cometidos por Britton, destacando la crueldad y perversidad de sus acciones. La sentencia fue recibida con indignación por parte de la comunidad, abogando por justicia para las víctimas animales que sufrieron a manos del zoólogo.
El caso de Britton ha generado gran conmoción en la opinión pública australiana, que no puede comprender la crueldad y sadismo de sus actos. La asociación de defensa animal ha pedido medidas más estrictas para prevenir que casos como el de Britton vuelvan a ocurrir en el futuro. El zoólogo, quien alguna vez fue un respetado experto en cocodrilos y colaboró con figuras reconocidas en el campo biológico, ha caído en desgracia por sus actos terribles que han dejado a muchos horrorizados y conmocionados.
La sentencia impuesta a Britton marca un precedente en Australia en cuanto a la gravedad de los delitos contra animales y menores, y refleja la determinación de las autoridades en castigar con firmeza a quienes cometen tales atrocidades. El zoólogo deberá cumplir su condena en la cárcel, enfrentando las consecuencias de sus acciones reprensibles. La comunidad espera que este caso sirva como advertencia y como ejemplo de la importancia de proteger a los más vulnerables y castigar a quienes perpetúan actos de maltrato y crueldad.
