El nuevo álbum musical de Raúlín Rosendo, "No estaba muerto, andaba de parranda", fue lanzado al mercado bajo la producción ejecutiva de Mayimba Music y Carlos A. Noyola. El álbum contiene 10 canciones, 8 de las cuales son inéditas, grabadas en el estudio de grabación Skylight Recording bajo la dirección de Guido Díaz, conocido como el "científico de la salsa", quien se encargó de la ingeniería de sonido, mezcla y masterización, así como de la co-producción. Carlos A. Noyola, manager de Raúlín por décadas, fue el productor del artista, ya que solo él sabe cómo sacar las mejores interpretaciones.
El equipo de músicos incluye a Pablo Santaella en el trombón, Luisito Quintero en la percusión, José Tabares en el bajo, Ángel "Fosforito" Rivera y Aris Martínez en los coros, y Axel Tosca, Abimael García y Axel Pastrana en el piano. Pedro Jesús se encargó de los arreglos en 7 de las 10 canciones, mientras que Abimael "Ensalada" García hizo los arreglos en las restantes.
El álbum contó con la participación de diversos compositores, como Pedro de Jesús, Enrique Féliz, Ramón Rodríguez, Alexandro Seguí, Miguel Ángel Valladares Rebolledo y Violeta Parra Sandoval. La canción "Amalia la bandolera" fue la primera en ser lanzada en plataformas digitales y promocionada en emisoras de República Dominicana, Colombia y otros países en abril, recibiendo una buena acogida.
Mayimba Music destacó que la voz de Raúlín en este disco es nítida y representa un nuevo renacer del gran salsero. Alfonsito, manager de Raúlín, expresó su inmensa satisfacción con el disco y destacó la participación de un elenco de talentosos músicos y productores en la producción del álbum.
En resumen, el álbum "No estaba muerto, andaba de parranda" de Raúlín Rosendo es un trabajo histórico que destaca por la calidad de la producción y la interpretación del artista. Con una mezcla de canciones inéditas y covers, y la participación de destacados músicos y compositores, el álbum ha logrado captar la atención de los seguidores de la salsa en diversas partes del mundo. La voz clara y potente de Raúlín, sumada al trabajo de Guido Díaz y el resto del equipo de producción, hacen de este disco un éxito seguro en el mundo de la música latina.
