Los cacerolazos, una forma de protesta y rechazo utilizada por la población en República Dominicana contra la reforma fiscal, se han vuelto a sentir en varios sectores del Gran Santo Domingo y otros puntos del país. La gente usa ollas, calderos, vasos metálicos y hasta los hierros de sus terrazas para expresar su rechazo al proyecto de reforma tributaria presentado por el Gobierno y que se está debatiendo en el Congreso Nacional. Desde las 8:00 de la noche, hora de inicio de los cacerolazos, se han reportado protestas en lugares como La Julia, Los Jardines del Norte, la provincia Santiago Rodríguez, Invivienda en Santo Domingo Este y el barrio San José en la avenida Independencia de la capital.

Además de los cacerolazos, la población se ha manifestado frente al Congreso Nacional en rechazo a las medidas planteadas en la reforma fiscal. En el Cibao, también se han llevado a cabo protestas contra esta medida. Las expresiones populares recogidas por medios de comunicación piden que los sectores más vulnerables, como los pobres y la clase media, no se vean afectados de manera negativa por la reforma. El presidente de la República, Luis Abinader, anunció la disposición del Gobierno de revisar la propuesta de Modernización Fiscal y buscar consenso en este tema.

La noche anterior, se reportaron protestas sonoras desde sectores como Los Cacicazgos, Piantini, Bella Vista, Mirador Norte, Naco y Evaristo Morales, entre otros puntos del centro urbano de Santo Domingo. Los cacerolazos y manifestaciones en contra de la reforma fiscal han sido una constante en las últimas semanas, demostrando el descontento de la población con las medidas propuestas por el Gobierno. Se espera que estas muestras de rechazo continúen hasta que se logre llegar a un consenso sobre la reforma tributaria.

La reforma fiscal propuesta por el Gobierno ha generado críticas y rechazo por parte de sectores de la población dominicana, quienes expresan su temor a que las medidas afecten negativamente a los sectores más vulnerables. La revisión de la propuesta de Modernización Fiscal por parte del presidente Abinader y la disposición del Gobierno a buscar consenso en este tema reflejan la importancia de escuchar y atender las preocupaciones de la ciudadanía. El diálogo y la comunicación abierta entre el Gobierno y la población son fundamentales para llegar a una solución que beneficie a todos los sectores de la sociedad.

Los medios de comunicación han recogido las expresiones populares que exigen que no se perjudique a los más desfavorecidos con la reforma fiscal. El trabajo de periodistas y locutores como Wilder Páez, que cubre la fuente del Congreso Nacional y Política para Diario Libre, ha sido fundamental para informar a la población sobre las protestas y el rechazo a la reforma. La labor de los medios en dar voz a la ciudadanía y visibilizar sus preocupaciones contribuye a generar conciencia sobre la importancia de escuchar y entender las necesidades de la población.

El debate en torno a la reforma fiscal en República Dominicana refleja la importancia de la participación ciudadana y la protesta como formas legítimas de expresar el descontento y la disconformidad con las medidas propuestas por el Gobierno. Los cacerolazos y las manifestaciones públicas son una muestra del poder que tiene la población para hacerse escuchar y exigir que se tomen en cuenta sus preocupaciones. El llamado a vistas públicas sobre la reforma tributaria en el Congreso Nacional demuestra la importancia de la transparencia y la apertura en los procesos de toma de decisiones que afectan a toda la sociedad. La búsqueda de consenso y el diálogo entre el Gobierno y la ciudadanía son fundamentales para lograr acuerdos que beneficien a todos los sectores de la población dominicana.

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