La comunidad hindú en República Dominicana se formó en 1983 cuando un estudiante de medicina conoció a Swaminarayan, la deidad hindú que controla el universo. A partir de ahí, se formó un grupo de seguidores cuyo número exacto no se conoce, pero el coordinador, Jorge Solano, afirmó que entre 50 y 75 personas asisten semanalmente, llegando a 100 en fechas especiales. El templo donde se reúne la comunidad se divide en tres pisos: uno para la meditación, oración y celebraciones, con un altar principal; el segundo es utilizado para clases de yoga; y la planta baja alberga un restaurante de comida vegetariana. La comunidad Swaminarayan se basa en la no violencia y rechaza el consumo de carne, además de practicar la meditación y adoración a Dios. Su filosofía se divide en dos ramas, la impersonal y la personalista, prefiriendo la segunda al creer que Dios tiene forma y pueden comunicarse con él.

El Islam en República Dominicana también tiene una presencia significativa, conformando una comunidad monoteísta en el país. Aunque no se tienen cifras exactas, se sabe que existen musulmanes en diferentes regiones que practican su fe. El Islam es una religión ampliamente practicada en todo el mundo, con distintas tradiciones y costumbres que se adaptan a cada comunidad. En República Dominicana, los musulmanes se agrupan en mezquitas donde realizan sus oraciones y celebran festividades religiosas. La diversidad de religiones monoteístas en el país refleja la pluralidad cultural y religiosa de la sociedad dominicana.

El Hinduismo es una de las religiones más antiguas del mundo, con una larga tradición espiritual y filosófica. La comunidad Swaminarayan en República Dominicana es un ejemplo de cómo esta tradición se ha expandido a diferentes partes del mundo, incluyendo países de América Latina. La práctica de la meditación, la adoración a Dios y el rechazo a la violencia son valores fundamentales para esta comunidad, que busca mantener viva su fe y tradiciones en un contexto diferente al de su origen. A través de su templo y actividades, los seguidores de Swaminarayan encuentran un espacio de conexión espiritual y fraternidad entre ellos.

La presencia de diferentes religiones en República Dominicana ha enriquecido la diversidad cultural y espiritual del país, permitiendo la convivencia pacífica y el intercambio de ideas entre sus habitantes. La práctica de la tolerancia y el respeto hacia las creencias de los demás es fundamental para promover la convivencia en una sociedad plural como la dominicana. La comunidad hindú y musulmana en el país son ejemplos de cómo la diversidad religiosa puede enriquecer la sociedad y contribuir a la construcción de un país más inclusivo y respetuoso de las diferencias.

El Hinduismo y el Islam son dos de las religiones más practicadas en el mundo, con una larga historia y una rica tradición espiritual. La presencia de estas comunidades en República Dominicana muestra la diversidad religiosa y cultural del país, enriqueciendo su tejido social y promoviendo el diálogo interreligioso y la tolerancia. A través de sus prácticas religiosas y sus actividades comunitarias, los hindúes y musulmanes en el país encuentran un espacio de identidad y conexión espiritual, fortaleciendo sus lazos de fraternidad y solidaridad. La diversidad religiosa en República Dominicana es un reflejo de la pluralidad de creencias y culturas que conviven en armonía en la sociedad dominicana.

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