Los más de 300 peregrinos de San Francisco Vicentillo, comunidad La Culebra, provincia El Seibo, llegaron al Palacio Nacional después de caminar durante cinco días, exigiendo al Gobierno que cumpla con la promesa de entregarles sus tierras de las que fueron desalojados en 2018. Con cánticos, pancartas y sentados frente al Palacio Nacional, buscaban llamar la atención del presidente Luis Abinader. Según el padre Miguel Ángel Grullón, las familias campesinas de la Asociación "Mamá Tingó" sufren desalojos de sus tierras y viviendas en un terreno que se declaró de utilidad pública en 1975. En 2018, un terrateniente pagó un desalojo que afectó a 212 casas y destruyó sembradíos.

Este es el tercer intento de los peregrinos de El Seibo de buscar una respuesta del Gobierno sobre la devolución de sus tierras, habiendo realizado caminatas anteriores hasta el Palacio Nacional. A pesar de casi cuatro años de protestas, los campesinos de El Seibo aún no han logrado recuperar sus tierras. La lucha de las familias de la Asociación "Mamá Tingó" continúa, con el apoyo de la comunidad y organizaciones que respaldan su causa. La presión sobre el Gobierno para que cumpla con sus compromisos con los campesinos de El Seibo sigue siendo constante.

La situación de los campesinos de la Asociación "Mamá Tingó" ilustra la lucha constante por la tierra en la República Dominicana, donde los conflictos de tenencia de la tierra son frecuentes. El desalojo injusto de estas familias en 2018 evidencia la vulnerabilidad de los campesinos frente a intereses de terratenientes y la falta de protección por parte del Estado. La movilización y protesta pacífica de los peregrinos de El Seibo demuestran su determinación en la defensa de sus derechos a la tierra y la vivienda.

La llegada de los peregrinos de El Seibo al Palacio Nacional y su protesta frente al presidente Luis Abinader busca presionar al Gobierno para que cumpla con sus compromisos de devolver las tierras a las familias campesinas. La persistencia de las comunidades rurales en su lucha por la tierra y la justicia refleja la importancia de la solidaridad y la organización comunitaria en la defensa de los derechos humanos. La voz de los peregrinos de San Francisco Vicentillo se alza en demanda de justicia y dignidad para sus familias y para todas las comunidades campesinas afectadas por la falta de acceso a la tierra.

La historia de las familias campesinas de la Asociación "Mamá Tingó" es un recordatorio de las injusticias que enfrentan los campesinos en la República Dominicana y en toda América Latina. La lucha por la tierra y la vivienda digna es una lucha histórica que atraviesa generaciones y que requiere de la solidaridad y la unidad de las comunidades para lograr justicia. La presión constante sobre el Gobierno y las autoridades para que respeten los derechos de los campesinos es fundamental en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva para todos sus ciudadanos.

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