Varios años después de su última aparición, los cacerolazos volvieron a resonar en el Distrito Nacional como una forma de protesta contra el proyecto de Modernización Fiscal introducido por el Gobierno al Congreso Nacional. Estas manifestaciones se llevaron a cabo en barrios como Piantini, Bella Vista, Naco, Evaristo Morales, La Esperilla, Gascue y otros puntos del centro urbano de la capital, incluyendo áreas cercanas al hogar de la vicepresidenta Raquel Peña. Alrededor de las 8:00 y 8:15 de la noche, residentes salieron a sus balcones tocando cacerolas, mientras que una pareja recorrió las calles en un vehículo haciendo lo mismo. Esta es la primera vez desde 2020 que se utilizan los cacerolazos como forma de protesta contra el Gobierno, recordando las manifestaciones realizadas hace dos años contra la gestión del entonces presidente Danilo Medina.

La convocatoria para llevar a cabo estos cacerolazos fue realizada a través de las redes sociales y se suma a las quejas de diversos sectores que piden al presidente Luis Abinader reconsiderar el proyecto de reforma fiscal y entablar un diálogo al respecto. Recientemente se han llevado a cabo marchas en Santiago y frente al Congreso Nacional, donde se estudia y aprobará la normativa. El proyecto de Ley de Modernización Fiscal, que se encuentra en la Cámara de Diputados y cuyo estudio comenzará en la presente semana, busca recaudar más de RD$122,000 millones que serán destinados a proyectos como la mejora del transporte, fortalecimiento de la seguridad ciudadana, la salud y la mejora del sistema eléctrico.

A través del proyecto de Modernización Fiscal, el Gobierno busca recaudar fondos adicionales para hacer frente a la demanda de servicios básicos como la seguridad ciudadana, el transporte, la atención primaria de la salud, la mejora del sector eléctrico y la modernización de la Policía Nacional. Esta medida ha generado controversia y descontento entre la población, lo que ha llevado a la realización de protestas como los cacerolazos. Es importante destacar que muchos de los funcionarios actuales en el Gobierno estuvieron involucrados en las manifestaciones contra el entonces presidente Danilo Medina en 2020, lo que indica un cambio en la percepción de la población respecto a las decisiones gubernamentales.

La utilización de los cacerolazos como forma de protesta ha sido un recurso efectivo para expresar el descontento con las políticas del Gobierno y llamar la atención sobre decisiones que afectan a la población en general. En esta ocasión, los residentes de diversos barrios de la capital dominicana se unieron para manifestarse en contra del proyecto de Modernización Fiscal, que busca recaudar fondos adicionales para financiar proyectos gubernamentales. El llamado a reconsiderar esta reforma fiscal y a entablar un diálogo con la ciudadanía ha sido respaldado por diversos sectores, que buscan influir en las decisiones políticas que impactan en sus vidas cotidianas.

La movilización ciudadana a través de los cacerolazos y otras formas de protesta demuestra la importancia de la participación activa de la población en las decisiones gubernamentales y la necesidad de que los gobernantes escuchen las demandas y preocupaciones de la ciudadanía. Las manifestaciones en contra del proyecto de Modernización Fiscal reflejan el descontento de la población ante medidas que pueden impactar en su calidad de vida, y la importancia de que el Gobierno tenga en cuenta estas opiniones en la toma de decisiones. En un contexto de incertidumbre y crisis económica, la capacidad de la ciudadanía para expresar sus preocupaciones y demandas se convierte en un elemento fundamental para garantizar una sociedad justa y equitativa.

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