El domingo 7 de julio, Jair Agramonte, un joven electricista automotriz de 24 años, sufrió un confuso ataque por parte de agentes de la Policía Nacional. Mientras manejaba un vehículo que había reparado en la provincia de San Cristóbal, fue interceptado por la policía, que le disparó sin razón aparente. A pesar de intentar huir para salvar su vida, una bala impactó en su espalda. Fue llevado al hospital y posteriormente al Grupo Médico San Cristóbal para recibir tratamiento. La bala aún se encuentra en su espalda y podría requerir una operación para ser extraída en el futuro.

A pesar del amargo momento que vivió, Jair agradece estar vivo y cerca de su familia. Él es un trabajador honrado que se dedica a la electricidad automotriz para poder sustentar a su familia. A pesar de las difíciles circunstancias en las que se encuentra, su espíritu y dedicación permanecen intactos. Jair expresó que puede reconocer a los agentes que lo atacaron sin justificación y espera que se haga justicia por lo que le sucedió.

Sus familiares exigen justicia y aseguran que Jair es un joven trabajador y honesto que no merecía ser víctima de un ataque de este tipo. Su madre, Ana Hilda Agramonte Reyes, expresó su alivio de que Jair esté vivo, pero también su preocupación por lo que pudo haber sucedido. Tras recibir la noticia, la esposa de Jair tuvo un parto adelantado y debió someterse a una cesárea de emergencia, ya que se encontraba embarazada de siete meses. Jair es padre de un niño y su familia espera que las autoridades tomen medidas contra los responsables.

Las autoridades de la Dirección Regional de la Policía Nacional han prometido investigar el incidente y el vocero de la institución se pronunciará una vez que se hayan completado las investigaciones. Jair trabaja de lunes a viernes en una compañía de electricidad automotriz y los fines de semana realiza trabajos independientes en la misma área. A pesar de su lesión, sigue mostrando con orgullo las herramientas de diagnóstico que utiliza en su trabajo, demostrando su espíritu trabajador y comprometido.

En medio de este trágico acontecimiento, Jair Agramonte continúa con determinación su trabajo como electricista automotriz, mostrando que a pesar de las adversidades, su dedicación y amor por su familia lo mantienen en pie. Aunque su vida ha cambiado desde el fatídico 7 de julio, su esperanza y fuerza interior permanecen intactas mientras lucha por su recuperación y por obtener justicia por el injusto ataque del que fue víctima. Su historia es un recordatorio de la importancia de luchar por la verdad y la justicia, incluso en los momentos más difíciles.

Compartir.
Exit mobile version