El Partido Revolucionario Moderno (PRM) está buscando consenso entre sus legisladores que se oponen a ciertos puntos de la reforma constitucional impulsada por el presidente Luis Abinader. Una vez logrados los acuerdos, se impondrá una disciplina rígida a aquellos que no sigan la línea del partido. El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, sostiene que es necesario discutir con los legisladores para llegar a consensos en torno al proyecto que busca cambiar varios artículos de la Constitución.
Para lograr estos acuerdos, el PRM está llevando a cabo un proceso arduo de socialización de la reforma constitucional con todos los sectores ligados a la organización política, incluidos sus congresistas, que actualmente conforman la mayoría legislativa en el Senado y la Cámara de Diputados. Las principales divergencias entre los legisladores del oficialismo se centran en la reducción de la matrícula en la Cámara de Diputados, de 190 a 137, y la unificación de las elecciones municipales, congresuales y presidenciales.
Alfredo Pacheco indica que la Cámara Baja llevará lento el proceso de discusión del proyecto de reforma constitucional para evitar aprobarlo apresuradamente y garantizar un debate profundo. A pesar de que el Senado ya designó a varios legisladores en una comisión bicameral, aún falta completar el equipo en la Cámara de Diputados. El presidente de los diputados no descarta que la propuesta de reforma constitucional sea modificada en la Asamblea Nacional Revisora, ya que "nada es palabra de Dios" en el Congreso.
El próximo paso en el proceso de reforma constitucional será el estudio de un proyecto de ley en el Congreso que declare la necesidad de reformar la Constitución. Posteriormente, la Asamblea Nacional se reunirá para aprobar o rechazar los cambios propuestos por el presidente Abinader y presentarlos al Senado. Los legisladores del PRM advierten que realizarán cambios en el proyecto de reforma constitucional durante este proceso de debate en el Congreso.