El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, ha expresado su opinión sobre la necesidad de que quienes administran los recursos públicos se sacrifiquen en términos de gastos, con el fin de que la reforma fiscal que se quiere implementar sea eficiente. El prelado católico señala que el gobierno debe comprometerse a que la reforma no afecte el bolsillo de los más necesitados, abogando por la eliminación de gastos innecesarios como sueldos lujosos y otras inversiones que perjudican la economía nacional. Además, destaca la importancia de que las autoridades mejoren la evasión de impuestos para lograr una correcta implementación de políticas económicas.
Monseñor Morel también advierte sobre la carga impositiva que la clase media ya soporta, haciendo hincapié en la necesidad de que los recursos adquiridos a través de la reforma no caigan en manos de personas corruptas. El obispo menciona que es fundamental detener el flagelo de la corrupción para que los recursos obtenidos se inviertan de manera adecuada en las áreas más importantes de la sociedad. En este sentido, el religioso aboga por una gestión transparente y eficiente de los recursos públicos, para garantizar su correcta asignación y evitar desvíos indebidos.
El gobierno presentó el Proyecto de Modernización Fiscal durante La Semanal con la Prensa, en el Palacio Nacional, con la estimación de que la reforma entre en vigencia a partir del primero de enero de 2025. A pesar de comprender la justificación de las autoridades para llevar a cabo esta reforma, el obispo Morel destaca la importancia de que se eliminen gastos superfluos y se mejore la recaudación de impuestos para garantizar su efectividad. También hace énfasis en la necesidad de que los recursos obtenidos se inviertan de manera correcta, evitando la corrupción y garantizando su beneficio para la sociedad en su conjunto.
En este sentido, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago hace un llamado a la austeridad de las autoridades en cuanto a sus gastos, advirtiendo que sin este compromiso, las políticas económicas carecerán de eficacia. Monseñor Morel llama la atención sobre la importancia de no cargar aún más a la clase media con impuestos, y destaca la necesidad de que los recursos obtenidos a través de la reforma fiscal se utilicen de manera responsable y transparente, evitando que caigan en manos de personas corruptas. En este sentido, aboga por una gestión pública eficiente y ética, que garantice el correcto uso de los recursos y su impacto positivo en la sociedad.