El Monumento Natural Dunas de las Calderas, también conocido como Dunas de Baní, es un área de dunas de aproximadamente 15 km de largo y 20 km² de extensión en la costa oeste-este de la isla. Las dunas alcanzan alturas de hasta 35 metros y son consideradas únicas no solo en la isla de La Española, sino también en la región del Caribe. Sin embargo, este ecosistema está en peligro debido a la expansión de la localidad de Salinas y la extracción ilegal de arena en diferentes áreas cercanas al monumento.
La expansión urbana de Salinas representa una de las principales amenazas para las dunas de Baní. Además, se han reportado casos de extracción ilegal de arena por parte de algunas personas en camiones en otras localidades cercanas al monumento. Ante esta situación, el Ministerio de Medio Ambiente ha anunciado que aumentará la vigilancia en el Monumento Natural y comenzará a desarrollar un consejo de comanejo que permitirá una mayor participación ciudadana en la protección de este ecosistema.
Este caso de las Dunas de Baní es el primer capítulo de la serie "Delitos Ambientales" de Diario Libre, la cual tiene como objetivo exponer los principales problemas ambientales que enfrenta la isla. Con este enfoque, se busca concientizar a la población sobre la importancia de proteger estos ecosistemas únicos y sensibles, como las dunas de Baní, que son fuente de biodiversidad y contribuyen al equilibrio del medio ambiente local.
La tala indiscriminada de árboles en el área de las dunas de Baní también ha generado preocupación entre las autoridades, lo que ha llevado a un refuerzo en las medidas de seguridad en la zona. El Gobierno ha tomado acciones para proteger este espacio natural, que también incluyen la creación de una zona de amortiguamiento que limite la expansión urbana y las actividades humanas cercanas a las dunas.
La importancia de las dunas de Baní radica en su valor ecológico y su singularidad en la región del Caribe. Estos ecosistemas actúan como barreras naturales contra la erosión costera y son hábitats clave para numerosas especies de flora y fauna. Sin embargo, su fragilidad los hace vulnerables a la intervención humana, por lo que es fundamental promover su protección y conservación a través de políticas y acciones concretas.
En conclusión, las dunas de Baní representan un tesoro natural que debe ser protegido y preservado para las futuras generaciones. La expansión urbana, la extracción ilegal de arena y la tala de árboles son amenazas que ponen en riesgo este ecosistema único en la región. Es responsabilidad de las autoridades y la comunidad trabajar juntos para garantizar la sostenibilidad de las dunas de Baní y promover su conservación como parte del patrimonio natural de la isla.