Pedro Pilier comenzó la siembra de castañas de masa, también conocidas como "buen pan", en la República Dominicana, como un experimento, pero rápidamente se dio cuenta de su potencial en la alimentación y en el mercado. En la actualidad, cuenta con 207 tareas de tierra sembradas únicamente con castañas de masa en Blandino, provincia de La Altagracia, y ya tiene 60 tareas en pleno desarrollo con más de 400 plantas. Cada planta joven puede producir hasta 75 buen panes, y una vez adulta, la cantidad puede ser innumerable. Productores en Higüey ya están viviendo de la castaña de masa y se espera que su popularidad crezca aún más.
El buen pan se ha convertido en un elemento muy valorado gracias a la harina que se elabora a partir de las castañas, permitiendo la creación de diversos productos como panqueques, waffles y tostones. En Puerto Rico, conocido como pana, es un alimento muy preciado y cada vez más popular, incluso reemplazando al plátano en algunos platillos. La castaña de masa se ha convertido en un "superalimento" valorado por su contenido de nutrientes esenciales, vitaminas y fibra. Es por ello que empresas como Amasar en Puerto Rico están interesadas en adquirir el producto dominicano para aumentar su oferta hacia Estados Unidos.
La exportación de buen pan y sus derivados ha generado ingresos significativos para la República Dominicana en los últimos años, con un crecimiento notorio en la demanda por parte de Estados Unidos. Empresas como Amasar están buscando colaboraciones con productores dominicanos para surtir los altos volúmenes requeridos en el mercado estadounidense y competir en él. La castaña de masa ha pasado de ser un producto marginado a estar en la mira de los mercados internacionales, abriendo la puerta a nuevas oportunidades de exportación.
Diversos productos derivados de la castaña de masa han sido desarrollados en República Dominicana, desde alimentos como mermeladas y bollería, hasta productos de belleza como jabones y cremas con propiedades hidratantes y nutritivas. El Instituto de Innovación y Biotecnología ha trabajado en la obtención de hasta 20 productos derivados de la fruta, abriendo un abanico de posibilidades en la industria. La siembra de 500,000 plantas a través de reproducción in vitro se está planificando para fomentar la siembra del buen pan a gran escala en 2024, duplicando la cantidad distribuida en el año anterior.
El interés y la demanda por la castaña de masa están creciendo, tanto a nivel nacional como internacional, gracias a su valor nutricional y versatilidad en la cocina. Empresas y emprendedores están viendo en esta fruta una oportunidad de negocio y desarrollo, generando ingresos significativos para el país. La siembra a gran escala y la diversificación de productos derivados demuestran el potencial que tiene la castaña de masa en la economía dominicana y en el mercado global. La labor de fomentar su consumo y su producción en el país continuará en los próximos años para aprovechar al máximo su potencial.