Un sargento de la Policía Nacional denunció haber sido agredido por tres agentes de la Dirección General de Migración que lo confundieron con un ciudadano haitiano durante un operativo en el Centro Histórico de Santiago. El sargento Onesis Solís Contreras, de 30 años, presentó la denuncia ante la fiscalía de Santiago y señaló que los agresores lo golpearon con un palo. El Instituto Nacional de Ciencias Forenses examinó al sargento y certificó que tenía golpes en la cabeza y en el costado derecho, así como edema y equimosis en el brazo derecho.

A pesar de identificarse como sargento de la Policía Nacional, los agentes de la Dirección General de Migración continuaron con la agresión contra Onesis Solís Contreras en la mañana de un lunes, en la calle Restauración casi esquina avenida Presidente Antonio Guzmán Fernández. Un video que circula en redes sociales muestra el forcejeo entre el personal de la DGM y una persona vestida de civil. El sargento herido hizo su denuncia formal ante la fiscalía de Santiago para que se investigue y se tomen las medidas correspondientes contra los colaboradores de la DGM implicados en la agresión.

La agresión contra el sargento de la Policía Nacional por parte de agentes de la Dirección General de Migración ha generado indignación y preocupación, ya que las autoridades encargadas de velar por la seguridad ciudadana y el respeto a los derechos humanos son quienes deberían dar el ejemplo de comportamiento. La confusión que llevó a la agresión desencadenó una serie de eventos que han puesto en entredicho la labor de las instituciones responsables de garantizar la seguridad y el respeto a la ley en el país.

Este incidente resalta la importancia de promover la formación y capacitación continua de los agentes de seguridad para evitar situaciones similares en el futuro, así como la necesidad de fortalecer los mecanismos de supervisión y rendición de cuentas dentro de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley. La violencia institucional y los abusos de autoridad deben ser investigados y sancionados adecuadamente para garantizar que estos actos no queden impunes y se prevengan en el futuro.

El sargento Onesis Solís Contreras, víctima de la agresión por parte de agentes de la Dirección General de Migración, espera que su denuncia permita esclarecer los hechos y tomar medidas para prevenir situaciones similares en el futuro. La sociedad civil y las autoridades competentes deben estar atentas a este tipo de eventos para garantizar que se respeten los derechos de todos los ciudadanos, sin importar su origen étnico o su ocupación. Es fundamental promover una cultura de respeto a la ley y los derechos humanos en todas las instancias del Estado para construir una sociedad más justa y equitativa para todos.

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