El presidente de la República, Luis Abinader, anunció que el Gobierno está dispuesto a revisar el gravamen al ahorro propuesto en el proyecto de reforma fiscal, así como otros aspectos en los que diversos sectores han expresado su inconformidad. El mandatario expresó su intención de buscar consenso mediante un diálogo tripartito entre el Gobierno, el Congreso y la sociedad para llegar a un acuerdo que beneficie a todos los involucrados.

Desde que se presentó el proyecto de Modernización Fiscal, diferentes sectores como el empresarial, los bancos y la sociedad civil han manifestado su desacuerdo, argumentando que la reforma representa un duro golpe al bolsillo. También los partidos políticos de oposición se han mostrado en contra. Incluso, la clase media del Distrito Nacional llevó a cabo un "cacerolazo" en protesta contra la reforma fiscal. Ante esto, el Gobierno busca recaudar más fondos para mejorar servicios básicos como la seguridad ciudadana, el transporte, la salud primaria, el sector eléctrico y la Policía Nacional.

El proyecto de Modernización Fiscal tiene como objetivo recaudar alrededor de 122,486 millones de pesos para cumplir con las demandas de servicios esenciales mencionados anteriormente. El presidente Abinader enfatizó que el Gobierno no busca imponerse con la reforma, sino llegar a un acuerdo que beneficie a todos los sectores involucrados. Para lograr esto, se plantea un diálogo tripartito entre el Gobierno, el Congreso y la sociedad para revisar la propuesta y buscar un consenso que sea aceptable para todos.

La propuesta de reforma tributaria ha generado controversia y desacuerdo en diversos ámbitos de la sociedad dominicana, lo que ha llevado al Gobierno a considerar una revisión del proyecto en busca de un consenso. El presidente Abinader ha manifestado que siempre se contempló llevar la reforma al Congreso para su valoración y que es necesario un diálogo para lograr un acuerdo que beneficie a todos los sectores. Diversos sectores como el empresarial, los bancos y la sociedad civil han expresado su rechazo a la iniciativa, considerando que impactará negativamente en sus finanzas.

En medio de la controversia, el Gobierno busca recaudar más fondos para mejorar los servicios básicos que afectan a la población, como la seguridad ciudadana, el transporte, la atención primaria de la salud, el sector eléctrico y la Policía Nacional. Sin embargo, la propuesta de Modernización Fiscal ha sido cuestionada por diferentes sectores, generando protestas como el "cacerolazo" realizado por la clase media del Distrito Nacional en contra de la reforma. Ante esta situación, el presidente Abinader se ha comprometido a revisar la propuesta y buscar un consenso a través del diálogo entre el Gobierno, el Congreso y la sociedad para llegar a un acuerdo que sea beneficioso para todos.

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