La Vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha insistido en que la República Dominicana le debe $350 millones por compras de petróleo pasadas y ha instado al Presidente Luis Abinader a saldar la deuda sin demora. En un mensaje en Telegram, Rodríguez criticó la postura del gobierno dominicano, acusando a Abinader de alinearse con Estados Unidos y exigiendo el pago inmediato de la deuda. Esto surge después de que el Ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, afirmara que la República Dominicana no ha cumplido con sus obligaciones.

Por su parte, el Presidente Abinader rechazó las acusaciones, afirmando que desde que asumió su mandato, el país no ha importado petróleo de Venezuela. En una conferencia de prensa, enfatizó que durante su administración no se han realizado importaciones significativas de petróleo venezolano, con la última transacción relevante ocurrida en 2015 y una importación menor de diésel en 2017, antes de su presidencia. El presidente de la Refinería de Petróleo Dominicana, Leonardo Aguilera, también confirmó que no se han alcanzado acuerdos con Venezuela en los últimos años.

Las relaciones diplomáticas entre ambos países se han visto afectadas desde julio, cuando el Presidente venezolano, Nicolás Maduro, retiró a los diplomáticos de la República Dominicana y otros países después de que estos criticaran el proceso electoral de Venezuela. Las tensiones aumentaron aún más después de que Estados Unidos incautara un avión en la República Dominicana, alegando que fue comprado ilegalmente y utilizado por el gobierno de Maduro.

Es importante mencionar que Venezuela atraviesa una profunda crisis económica y política, lo que ha llevado a una tensión constante con varios países de la región y del mundo. La acusación de la deuda por parte de Rodríguez resalta la complejidad de las relaciones internacionales y la disputa por los recursos naturales, como el petróleo, en medio de conflictos políticos y económicos. La falta de transparencia en los acuerdos y las deudas pendientes dificultan aún más la relación entre Venezuela y la República Dominicana.

En este contexto, tanto Venezuela como la República Dominicana deben buscar vías de diálogo y entendimiento para resolver este conflicto de manera pacífica y equitativa. La confrontación y las acusaciones públicas solo contribuyen a aumentar la animosidad entre ambos países y dificultan la posibilidad de una resolución satisfactoria para ambas partes. Se necesita un enfoque diplomático y colaborativo para abordar las diferencias y encontrar soluciones mutuamente beneficiosas para ambas naciones. Esperemos que se logre un acuerdo para resolver esta disputa en beneficio de ambas naciones y de la estabilidad en la región.

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