El opositor venezolano Andrés Velásquez criticó al Gobierno de Nicolás Maduro por culpar al abanderado opositor Edmundo González Urrutia y a María Corina Machado del apagón nacional que tuvo lugar el viernes a las 4:50 am hora local. Velásquez calificó esta acción como un "descaro", afirmando que responsabilizar a la oposición es una forma fácil de evadir la responsabilidad. Maduro, por su parte, atribuyó el apagón a un nuevo "ataque criminal" del "fascismo", en referencia a la oposición mayoritaria. Velásquez señaló que la deficiencia en los servicios básicos en Venezuela es resultado de la desidia, corrupción e incompetencia del gobierno de Maduro.
Este apagón ocurrió en medio de una crisis política en Venezuela, donde el Consejo Nacional Electoral proclamó a Maduro como ganador en base a resultados que aún no han sido dados a conocer de manera detallada. La oposición considera esto como parte de un fraude y mantiene que González Urrutia fue el verdadero ganador. A pesar de la vigilancia especial implementada por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para prevenir estos ataques, el país se vio afectado por el apagón. Maduro había advertido anteriormente sobre una supuesta "guerra eléctrica" planeada por grupos de la extrema derecha fascista.
Tras el apagón, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, activó el 'Plan Centella' para facilitar el transporte de los ciudadanos durante la crisis. Este no es el primer gran apagón que sufre Venezuela, ya que en marzo de 2019 el país estuvo sin luz durante cuatro días, en ese momento también el Gobierno culpó a la oposición y a países como Estados Unidos y Colombia. La Unión Europea y varios países han expresado su preocupación por la situación en Venezuela y han indicado que no reconocerán la presidencia de Maduro hasta que se verifiquen los resultados electorales de manera transparente.
En este contexto de crisis política y social en Venezuela, el apagón nacional ha generado una mayor tensión entre el gobierno de Maduro y la oposición. Los problemas en los servicios básicos como la electricidad, el agua y la salud continúan afectando a la población, mientras que las acusaciones mutuas entre ambas partes no hacen más que complicar la búsqueda de soluciones a la crisis. La falta de transparencia en los procesos electorales y la persistente polarización política mantienen a Venezuela en una situación de incertidumbre y desafíos constantes para lograr una salida pacífica y democrática a la crisis.