Representantes de 22 países se reunieron en el Palacio Nacional para emitir una declaración conjunta solicitando al Gobierno de Venezuela que respete la Convención de Caracas y los derechos de aquellos que están asilados en la embajada de Argentina en ese país. Los gobiernos extranjeros abogan por una solución venezolana a la crisis post electoral, basada en la democracia, justicia y paz. La declaración fue leída por el canciller dominicano Roberto Álvarez, en presencia del presidente Luis Abinader.
En la declaración conjunta, los países firmantes, incluyendo Argentina, Estados Unidos, España y la Unión Europea, destacan la importancia del respeto a la dignidad e integridad de todas las personas, así como la necesidad de respetar los principios democráticos y los derechos humanos en Venezuela. Expresaron su preocupación por las detenciones arbitrarias y la violencia post electoral, instando a las autoridades venezolanas a poner fin a la represión y liberar a los detenidos, incluidos miembros de la oposición.
Además, los países instaron a permitir el regreso de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a Venezuela, garantizando que pueda desempeñar su papel. También solicitaron al Gobierno venezolano que cumpla con la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954, emitiendo salvoconductos que permitan a las personas asiladas en la embajada argentina salir de forma segura del país. Los firmantes también llamaron a una verificación imparcial de los resultados electorales del 28 de julio, realizada preferiblemente por una entidad internacional.
En el contexto de la crisis post electoral en Venezuela, los países signatarios hacen un llamado al diálogo amplio, inclusivo y de buena fe para lograr un acuerdo político que promueva la reconciliación nacional, la paz y la seguridad pública. Se comprometen a apoyar todos los esfuerzos en ese sentido, abogando por una solución venezolana en la que prevalezcan la democracia, justicia, paz y seguridad. La declaración fue un llamado a la sensatez y la cordura en Venezuela en un momento crucial para el país y la región.
En resumen, la declaración conjunta emitida por los representantes de 22 países destaca la importancia del respeto a los principios democráticos y los derechos humanos en Venezuela, instando a las autoridades a poner fin a la represión y liberar a los detenidos. Los países firmantes también solicitaron el regreso de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a Venezuela y el cumplimiento de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático de 1954. Instaron a una verificación imparcial de los resultados electorales y abogaron por un diálogo amplio y de buena fe para lograr un acuerdo político que promueva la reconciliación nacional y la paz en el país.