El candidato republicano a la Vicepresidencia de EE.UU, JD Vance, propuso empezar la deportación masiva de indocumentados con un millón de inmigrantes, siguiendo la línea de la política migratoria de Donald Trump. La campaña republicana ha hecho de la inmigración uno de sus principales temas de campaña, prometiendo deportar a millones de inmigrantes para ganar votantes. Trump había mencionado anteriormente su intención de deportar entre 15 y 20 millones de personas que se encuentran indocumentadas en Estados Unidos, utilizando la Guardia Nacional para llevar a cabo estas acciones.
Este enfoque ha generado críticas tanto por la abultada cifra de deportaciones propuesta por los republicanos, que supera los 11 millones de indocumentados estimados por el Pew Center en 2022, como por la viabilidad de llevar a cabo tal medida. Vance mencionó la posibilidad de adoptar un "enfoque secuencial" junto a Trump para abordar las deportaciones, comenzando por lo que consideran más factible de lograr. El republicano argumentó que la deportación de criminales violentos y la dificultad para contratar mano de obra ilegal, que disminuye los salarios de los trabajadores estadounidenses, contribuiría significativamente a resolver el problema de la inmigración ilegal.
A pesar de las críticas y cuestionamientos sobre la viabilidad y ética de la deportación masiva de indocumentados, Vance se mostró "extremadamente confiado" en que él y Trump podrán ganar las elecciones en noviembre próximo. Aunque las encuestas han reflejado un impulso en la candidatura de Kamala Harris y Tim Walz, los republicanos mantienen su postura en cuanto a su enfoque migratorio y esperan convencer a los votantes con sus propuestas. La posición de Vance sobre la inmigración y la deportación masiva de indocumentados refleja la postura dura y restrictiva de los republicanos en este tema, haciendo de la política migratoria un elemento clave en su campaña electoral.
La propuesta de deportación masiva de indocumentados ha generado controversia y dividido opiniones en Estados Unidos, con críticas tanto por su abultada cifra como por las posibles consecuencias negativas que podría tener en la economía y en la sociedad en general. A pesar de ello, los republicanos continúan comprometidos con esta política migratoria, considerándola una prioridad para proteger los intereses de los trabajadores estadounidenses y combatir la inmigración ilegal. La postura de Vance y Trump refleja la línea dura y restrictiva que ha caracterizado al partido republicano en temas migratorios, buscando apelar a un sector de la población que comparte estas ideas y preocupaciones.
A medida que se acercan las elecciones de noviembre, la inmigración y la deportación masiva de indocumentados se convierten en uno de los temas centrales de la campaña republicana, con Vance y Trump liderando esta propuesta polémica. A pesar de las críticas y la incertidumbre sobre la viabilidad de llevar a cabo estas deportaciones, los republicanos mantienen su postura firme y confían en convencer a los votantes de la necesidad de implementar estas medidas para proteger los intereses de los ciudadanos estadounidenses. La polarización en torno a la política migratoria en Estados Unidos continúa siendo un tema de debate y controversia en la sociedad y en la arena política, con posturas encontradas y visiones contrapuestas sobre cómo abordar este desafío.