La utilización de servicios financieros digitales ha experimentado un rápido crecimiento en Centroamérica, Panamá y República Dominicana en los últimos cinco años, con el porcentaje de adultos en la región que son propietarios de cuentas de dinero móvil duplicándose del 4 al 8 % entre 2017 y 2021, según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Estas plataformas digitales facilitan el ahorro, mejoran la seguridad, la rapidez y reducen los costos asociados con los pagos domésticos y remesas internacionales, siendo especialmente relevante en una región donde los hogares vulnerables dependen de las remesas. A pesar de estos avances, la región enfrenta desafíos para cerrar brechas en términos de adopción de herramientas financieras digitales y otras políticas que influyen en la inclusión financiera.

En República Dominicana, se estima un crecimiento del 5.4 % en el PIB para 2024, siendo una de las tasas más altas en la región. El crédito doméstico al sector privado en el país representa el 28 % del PIB, comparado con el 50 % en el promedio de América Latina y el Caribe, lo que muestra una oportunidad de profundización financiera. A pesar de esto, el porcentaje de adultos con acceso a una cuenta de servicios financieros en República Dominicana es del 51 %, frente al 72 % para la región. Sin embargo, el país ha mejorado en indicadores como el porcentaje de adultos que reciben su salario en una cuenta financiera, así como en el acceso a préstamos formales y el uso de cuentas para pagar servicios públicos.

En cuanto a la oferta de servicios financieros basados en tecnología, República Dominicana tiene alrededor de 65 plataformas Fintech, lo que equivale al 2.12 % del total en la región, principalmente enfocadas en pagos y servicios tecnológicos para instituciones financieras. El gerente general del BID para la región, Tomás Bermúdez, resalta la importancia de la inclusión financiera para el desarrollo de empresas y hogares, promoviendo políticas que faciliten el acceso a servicios financieros como créditos, ahorros y pagos de servicios. A nivel regional, el promedio de inclusión financiera es del 42 %, por debajo de América Latina, con excepción de Costa Rica.

El informe presenta propuestas para profundizar la inclusión financiera en la región, como el desarrollo de nuevas estrategias, fortalecer la educación financiera y promover los servicios financieros digitales. El Grupo BID ha estado apoyando la inclusión financiera en la región a través de operaciones de cooperación técnica, préstamos e inversiones para facilitar el acceso a financiamiento, programas de tecnología para trabajadores informales y desarrollo de productos digitales. Recientemente se lanzó el programa Finlac para promover la inclusión financiera a través de una ventanilla única para el sector público y privado en América Latina y el Caribe.

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