Rafaelina Díaz Feliz, una joven de 21 años, ha denunciado públicamente que está siendo amenazada de muerte por su expareja, Melvin Antonio Florián Morillo, alias "El Yow". La joven teme por su vida ya que su agresor ha asegurado que tiene un arma de fuego con la que planea matarla. Melvin Antonio estuvo preso durante un año luego de que Rafaelina lo denunciara por agredirla, y al salir de la cárcel intentó buscarla para vengarse.
Desde que Melvin salió de la cárcel, Rafaelina ha recibido constantes llamadas y mensajes a través de diferentes números y WhatsApp, lo que la ha obligado a abandonar su hogar y trasladarse a otro lugar con su hija de 2 años, fruto de su relación con el agresor. La joven se vio obligada a suspender sus estudios universitarios de Educación Física debido al miedo que le provoca su expareja. Rafaelina duró cinco años en una relación con Melvin y decidió dejarlo hace un año y medio a causa de su comportamiento violento.
La joven se queja de la falta de acciones por parte de las autoridades para proteger a las mujeres en situaciones de violencia de género en el país. A pesar de haber realizado varias denuncias contra Melvin, este siempre logra salir de la cárcel. La última denuncia fue interpuesta el 15 de abril en la Unidad de Atención y Prevención de la Violencia de Género, Intrafamiliar y Sexual. En el primer trimestre de este año, República Dominicana registró al menos 16 feminicidios, lo que refleja la grave situación de violencia de género en el país.
La historia de Rafaelina Díaz Feliz es un ejemplo de la difícil realidad que enfrentan muchas mujeres en República Dominicana y en todo el mundo, donde la violencia de género es un grave problema que necesita ser abordado con seriedad por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto. Es fundamental que se tomen medidas efectivas para proteger a las mujeres que sufren amenazas y agresiones por parte de sus parejas o exparejas, y que se brinde apoyo y acompañamiento a las víctimas.
La valentía de Rafaelina al alzar su voz y buscar ayuda y protección es un paso importante en la lucha contra la violencia de género. Es necesario que las autoridades tomen en serio las denuncias de las mujeres y que se garantice la seguridad y el bienestar de las víctimas. La concienciación y la educación son fundamentales para cambiar la cultura machista que perpetúa la violencia contra las mujeres, y para construir una sociedad más justa y equitativa para todos. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para erradicar la violencia de género y garantizar un futuro seguro y libre de violencia para las mujeres y niñas.
