Las transformaciones sociopolíticas en la República Dominicana han llevado a una redefinición de las necesidades públicas y un aumento en los requerimientos financieros del gobierno. A lo largo de los años, las instituciones gubernamentales han crecido tanto en cantidad como en presupuesto, lo que representa una carga cada vez mayor para los contribuyentes. El país ha experimentado cambios en su ordenamiento jurídico, el aumento de organizaciones financieras y sus propias competencias, lo que plantea la pregunta de si una isla con una población de unos 10.7 millones de habitantes necesita una estructura gubernamental tan fragmentada.

En términos presupuestarios, se observa un aumento significativo en los gastos de la Presidencia a lo largo de los años. En 2011, se ejecutaron más de 36 mil millones de pesos, mientras que para este año se estima un gasto de más de 134 mil millones de pesos, más del doble de lo invertido hace 13 años. Estos datos reflejan un crecimiento desproporcionado en los presupuestos gubernamentales, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la eficiencia y necesidad de tantas instituciones.

El economista Guarocuya Félix sostiene que la República Dominicana tiene una administración muy grande para un estado pequeño. Con más de 30 años de experiencia en el sector público, privado y académico, Félix aboga por revisar la cantidad de instituciones gubernamentales en el país. Señala que el crecimiento indiscriminado de entidades gubernamentales conlleva problemas como la duplicidad de funciones, la burocracia excesiva y la ineficiencia. Para él, existen instituciones que podrían ser eliminadas o fusionadas para mejorar la toma de decisiones y reducir costos.

En cuanto a las fusiones institucionales, Félix sugiere que entidades del mercado financiero como la Superintendencia de Bancos, de Valores, de Pensiones y de Seguros podrían unificarse para contar con un único regulador del sector. También plantea la posibilidad de fusionar la Dirección General de Aduanas e Impuestos Internos para mejorar la recaudación fiscal. Estas medidas podrían no solo reducir costos de gestión, sino también cerrar brechas en la evasión fiscal y mejorar la eficiencia del Estado.

Críticos como el politólogo Jesús Bueno señalan que la cantidad de ministerios en República Dominicana es excesiva en relación con su extensión territorial y población. Él aboga por eliminar instituciones que no aportan beneficios reales y por detener la creación indiscriminada de nuevas entidades. Por su parte, la socióloga Rosario Espinal califica la situación de "barbaridad" y critica el aumento constante de ministerios e instituciones públicas sin una mejora significativa en la calidad de los servicios públicos. Ambos expertos coinciden en la necesidad de una reestructuración y eliminación de entidades gubernamentales innecesarias.

Compartir.
Exit mobile version