A falta de un mes para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, la incertidumbre reina en el horizonte. Según las encuestas, Kamala Harris se encuentra ligeramente por delante de Donald Trump, por lo que la batalla se definirá en los estados clave. Tanto Trump como Harris han enfocado sus esfuerzos en estados como Georgia, Pensilvania, Míchigan, Carolina del Norte, Arizona, Nevada y Wisconsin, donde se esperan resultados ajustados debido a su población no marcada políticamente.

Los estados clave, también conocidos como 'battleground states', son aquellos donde los candidatos pelean con más intensidad a través de actos presenciales, publicidad y entrevistas con medios locales. El Comité Nacional Demócrata ha estado activo desde el inicio de la campaña, con oficinas en los estados en disputa y una inversión anual incrementada en los partidos estatales. Según el politólogo David McCuan, el foco se sitúa en condados específicos como Northampton, Erie, Maricopa, Gwinnett y Fulton, entre otros.

En Estados Unidos, los ciudadanos no eligen directamente a su presidente, sino que lo hacen a través de los 538 miembros del Colegio Electoral. El candidato más votado se lleva todos los electores, con la excepción de Maine y Nebraska, y se necesita un total de 270 electores para ganar la presidencia. Las encuestas muestran a Harris aventajando a Trump a nivel nacional, pero con diferencias mucho menores en los estados clave como Pensilvania, Nevada, Míchigan y Wisconsin, donde la distancia es mínima.

Para las elecciones de 2020, se espera que el nivel de participación sea clave en el resultado final. En 2016, muchos ciudadanos se quedaron en casa por falta de motivación, pero en esta ocasión se espera que los demócratas salgan en masa a votar. Kamala Harris es vista por muchos como el agente de cambio que motivará a los votantes a acudir a las urnas. Según la politóloga Lanae Erickson, la participación será determinante en el resultado final de las elecciones.

En las semanas previas a los comicios, se espera que las campañas intensifiquen su labor en términos de viajes, entrevistas con medios y mítines. Donald Trump y Kamala Harris se preparan para un mes intenso, ya que no habrá más oportunidades de debates, después de que el expresidente rechazara un segundo debate con la demócrata tras la derrota sufrida en el primer enfrentamiento. La urgencia está llegando a las campañas, y todo apunta a que será un mes decisivo en la definición del próximo presidente de Estados Unidos.

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