La Zona Colonial perdió un referente cultural con el cierre de La Cafetera, un espacio icónico con 92 años de historia que albergaba encuentros de escritores, pintores, poetas, periodistas y artistas de todas las manifestaciones. Este lugar, conocido por su famoso “medio pollo” de café, fue visitado por personalidades como Pedro Peix, Pedro Mir, René del Risco Bermúdez, y otros. La intervención de la Ciudad Colonial y sus limitaciones de espacio para parqueo y difícil acceso, provocaron la venta de la edificación que albergaba a La Cafetera, ignorando su valor cultural.
A pesar de la importancia de La Cafetera como espacio de encuentro artístico y literario, ninguna institución gubernamental o cultural se pronunció para evitar su cierre, a pesar de que en 2022 fue declarado Espacio Cultural de las Letras por el Ministerio de Cultura en conmemoración del Día Nacional del Poeta. La falta de apoyo y presencia institucional provocó la desaparición de este rincón fundado por Benito Paliza en 1932, pionero en la torrefacción de café en República Dominicana.
La tristeza y el luto invaden a los habitués de La Cafetera y a la comunidad artística y literaria de la Zona Colonial, que ahora lamentan la pérdida de este icónico espacio cultural. Exposiciones, lanzamientos de libros, análisis y conversaciones, todo quedó en el pasado con el cierre de este lugar emblemático. La falta de medidas para preservar su legado cultural y artistico es evidente en esta decisión de clausurar un símbolo de la historia cultural de la ciudad.
La desaparición de La Cafetera representa la extinción de un faro cultural y turístico en la Zona Colonial, que ahora se sumerge en un silencio triste y melancólico. La historia y el legado de este lugar, que contribuyó al enriquecimiento y desarrollo de la sociedad dominicana, quedan en la memoria de quienes alguna vez disfrutaron del café aromático y los encuentros literarios que allí se celebraban. El cierre de este espacio emblemático deja un vacío en la comunidad artística y literaria de la ciudad, que hoy llora la pérdida de un punto de encuentro invaluable.
