El lunes, un velero se hundió frente a Porticello, Palermo, Sicilia, con 22 personas a bordo. La Guardia Costera rescató a 15 personas, pero siete desaparecieron. El cuerpo de uno de los desaparecidos fue encontrado por buzos a 49 metros de profundidad en el casco, mientras que se busca a los otros seis posibles atrapados en los camarotes. Entre los desaparecidos hay un miembro de la tripulación y turistas de diferentes nacionalidades.
El velero, llamado 'Bayesian', se hundió tras un fuerte tornado que rompió el mástil principal, causando desequilibrio y volcando la embarcación. Los sobrevivientes, en su mayoría ciudadanos ingleses, han sido llevados a tierra y algunos necesitaron atención médica. Entre ellos, una madre con su hija de un año, fueron trasladadas a un hospital infantil en Palermo para chequeos médicos. Continúan las labores de búsqueda de los desaparecidos por parte de buzos, patrulleras y helicópteros de la Guardia Costera en la zona.
El incidente tuvo lugar en el Mar Mediterráneo, cerca del puerto, y ha generado conmoción en la región. Las autoridades italianas continúan investigando las causas del naufragio y trabajan en la recuperación de los cuerpos de los desaparecidos. La noticia ha sido difundida por los medios locales e internacionales, poniendo de manifiesto la tragedia vivida por los ocupantes del velero y sus familias.
La tragedia ha impactado a la comunidad local y a los turistas que disfrutaban de sus vacaciones en Sicilia. Se espera que las labores de rescate y búsqueda continúen en los próximos días, con la esperanza de encontrar a los desaparecidos con vida. La solidaridad de la población y el apoyo de las autoridades a los afectados son clave en momentos como este, en los que la incertidumbre y el dolor son palpables.