En las pasadas elecciones municipales, un 53.2 % de la población hábil para votar decidió no participar, lo que se atribuye principalmente al desencanto generalizado hacia los políticos, según la socióloga Elsa Alcántara y la psicóloga Maffel Santana. Ambas expertas coinciden en que las emociones juegan un papel fundamental en la intención de voto en cualquier país del mundo, y que el desencanto político se debe a la falta de confianza en lograr una transformación política y social significativa a través de las elecciones.

Este desencanto se refleja en la Encuesta Barómetro de las Américas, donde el 62 % de la población expresó desconfianza en la clase política. La baja participación en las elecciones municipales también se debe al bajo impacto percibido de los gobiernos locales en el bienestar ciudadano. Elsa Alcántara señala que los ayuntamientos han estado principalmente relacionados con el aseo municipal, lo cual ha generado una imagen de poca valía de estas entidades para las comunidades.

Además, la limitación presupuestaria de los gobiernos municipales, centralización de las acciones del gobierno central y falta de información sobre los candidatos y sus propuestas también contribuyen a la baja participación en las elecciones municipales. Maffel Santana destaca la importancia de la formación cívica en el nivel preuniversitario para promover una mayor participación ciudadana y valores democráticos, especialmente entre la juventud, que tiene un papel crucial en el futuro político del país.

A pesar de la baja participación en las elecciones municipales, es importante reconocer que la juventud tiene el potencial de transformar la forma en que se hace política y participar activamente en los procesos electorales. Alcántara y Santana coinciden en que la juventud debe involucrarse en conocer cómo funciona la sociedad y la política, y que la falta de participación en generaciones pasadas ha contribuido al desencanto generalizado hacia la política actual.

En resumen, la baja participación en las elecciones municipales se debe al desencanto generalizado hacia los políticos, la falta de confianza en lograr cambios significativos a través de las elecciones, el bajo impacto percibido de los gobiernos municipales, la limitación presupuestaria de estas entidades, la centralización de las acciones del gobierno central, la falta de información sobre los candidatos y sus propuestas, y la falta de formación cívica en el nivel preuniversitario. Es fundamental involucrar a la juventud en los procesos electorales y promover una mayor participación ciudadana para fortalecer la democracia en el país.

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