Lara Trump, copresidenta del Comité Nacional Republicano y nuera de Donald Trump, está promoviendo el voto anticipado y por correo, a pesar de que su suegro desacreditó estas opciones en las pasadas elecciones por considerar que facilitaban un fraude. Aunque todas las opciones son válidas para ganar en noviembre, algunos seguidores de Trump aún mantienen la desconfianza en estos métodos de votación.
En Detroit, una vecina llamada Brittney Moxley planea acudir en persona al colegio electoral para votar por Donald Trump, ya que cree que esta es la única forma de evitar un fraude electoral. Esta desconfianza en el sistema electoral es el resultado de la retórica del expresidente Trump, quien ha denunciado sin pruebas que el voto por correo es manipulable y fue utilizado por los demócratas en 2020 para darle la victoria a Joe Biden.
A pesar de estos temores, el Partido Republicano ha comenzado a alentar a sus seguidores a utilizar todas las opciones disponibles para votar en noviembre, incluido el voto anticipado, con el objetivo de asegurar la victoria de Donald Trump. Lara Trump, ahora al frente del partido, ha liderado esta nueva estrategia y ha instado a los seguidores republicanos a votar de todas las formas posibles.
Aunque Donald Trump sigue mostrando desconfianza en público hacia el voto por correo, recientemente ha señalado un cambio de postura al reconocer que tanto el voto anticipado como el voto el día de las elecciones son buenas opciones. Este cambio se debe a la recomendación de sus asesores de promover el voto anticipado para evitar imprevistos que puedan afectar la participación de sus votantes en los estados decisivos.
En Míchigan, un estado crucial en las elecciones, el Partido Republicano está intensificando sus esfuerzos para reclutar observadores electorales que se encarguen de "proteger los votos" en los estados decisivos. A pesar de esta nueva postura del partido, algunos seguidores de Trump, como Sandy Jarvis, siguen mostrando desconfianza en el sistema electoral y abogan por volver a la votación en persona con papel y sin máquinas electrónicas.
A pesar de las dudas y temores sobre el sistema electoral, algunos seguidores de Trump, como Damont Bellingeer, confían en que el sistema funciona y en que los votos se contarán correctamente. Sin embargo, la división y la desconfianza persisten entre los seguidores del expresidente, planteando desafíos para garantizar una participación electoral justa y transparente en las próximas elecciones.