Los candidatos a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, Donald Trump y Kamala Harris, se están preparando de manera diferente para el debate crucial que los enfrentará el próximo martes en los estudios de la cadena ABC en Filadelfia. Este debate será probablemente el único de la campaña electoral y es relevante debido a la estrechez de los sondeos y la posibilidad de influir en los indecisos. Trump ha descalificado a Harris, bromeando sobre su preparación para el debate. A diferencia de él, Harris se ha encerrado en un hotel en Pittsburgh durante cinco días para prepararse, recreando un escenario similar al del debate con un doble de Trump.

Trump se jacta de que no necesita entrenamiento para el debate, afirmando que ha vivido con los temas que discutirá toda su vida. Su estilo es más improvisado, aunque sus asesores le han convencido de sentarse en una mesa y prepararse para las preguntas difíciles que Harris podría hacerle. Por otro lado, Harris ha reproducido un escenario similar al debate con un doble de Trump y su equipo ha tratado de dejar los micrófonos abiertos durante el debate, sin éxito. Trump ha descalificado a ABC, la cadena donde se realizará el debate, llamándola "repugnante" y sugiriendo que está parcializada a favor de Harris.

Las reglas del debate han sido negociadas por los equipos de los candidatos, manteniendo condiciones como la comparecencia sin público, tiempo medido para hablar y replicar, sin contacto con sus equipos ni en las pausas y sin notas escritas traídas de antemano. Trump teme centrarse en la política y desciende a lo personal cuando se siente acorralado. Se espera un Trump cautivador para su público, pero que difícilmente gane apoyos entre los indecisos. A pesar de las críticas de Trump hacia ABC, parece difícil que se retire del debate ya que cuenta con un dominio escénico mayor que el de Harris.

La elección de ABC como la cadena para el debate ha sido objeto de críticas constantes por parte de Trump, quien ha descalificado su línea editorial y ha sugerido que está parcializada a favor de Harris. Se ha rumoreado que ABC ha provisto a Harris con las preguntas por adelantado, algo que la cadena ha negado rotundamente. A medida que se acerca el día del debate, parece improbable que Trump se retire, a pesar de sus críticas constantes. Su personalidad y propensión a saltarse cualquier guión podrían perjudicarle, aunque cuenta con un dominio escénico más amplio que Harris. La preparación y estrategias de ambos candidatos serán clave en este debate crucial de la campaña electoral.

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