El expresidente estadounidense Donald Trump se enfrenta a un juicio penal por pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels, el cual implica al exabogado y mano derecha de Trump, Michael Cohen. Cohen ha declarado en contra de Trump, admitiendo su culpabilidad y cumpliendo más de un año de cárcel por varios delitos en los que estaban incluidos los pagos a las amantes del político durante la campaña presidencial de 2016.
Cohen es un testigo clave en el juicio, en el que la Fiscalía de Manhattan ha acusado a Trump de 34 delitos, incluyendo la falsificación de libros contables para encubrir los pagos a Cohen y a Daniels. Se espera que Cohen testifique en contra de Trump, como ya lo ha hecho en anteriores ocasiones, acusándolo de fraude en la Organización Trump y manipulación de cifras de activos, lo que ha resultado en una multa de 364 millones de dólares que el magnate está apelando.
En el juicio también ha testificado Daniels, detallando su encuentro sexual con Trump en 2006, cuando ella tenía 27 años y él 59. Daniels ha sido sometida a un duro contrainterrogatorio por la defensa de Trump, en el que ha sido tachada de mentirosa y motivada por el dinero. Además, se la acusó de ser parte de una extorsión al recibir el pago del expresidente, intermediado por Cohen, a cambio de su silencio, algo que ella ha negado.
La acusación ha presentado pruebas que sugieren el ocultamiento de los pagos a Daniels por parte de Trump, llamando a testificar a antiguos empleados y colaboradores del magnate. Entre los datos expuestos se encuentra el temor del círculo de Trump ante noticias negativas para su imagen, el reembolso de Trump a Cohen por el pago a Daniels etiquetado como "gasto legal", y la estrategia de comprar historias para silenciarlas en la prensa.
La actitud de Trump en la sala de la Corte Suprema de Nueva York contrasta con sus intervenciones en redes sociales, que le han costado multas por violar una orden de no hacer comentarios sobre el caso. La Fiscalía espera concluir su presentación de argumentos y pruebas esta semana, dando paso al turno de la defensa, que intentará minar la credibilidad de testigos críticos como Daniels y Cohen.
El juicio ha estado en curso durante un mes, con Trump ausentándose de una sesión para asistir a la graduación de su hijo menor. El expresidente, que se encuentra en plena campaña electoral, ha afirmado que este juicio y otros pendientes forman parte de una persecución política en su contra que perjudica sus aspiraciones y actos como candidato republicano a las elecciones presidenciales de noviembre.