La ciudad de Puerto Príncipe, en Haití, ha experimentado una tregua en los enfrentamientos entre bandas armadas y la Policía Nacional, lo que ha permitido a la población llevar a cabo actividades cotidianas este domingo. Se ha podido observar un movimiento mayor en las calles de la capital, con personas realizando compras, abasteciéndose de productos básicos, asistiendo a la iglesia y buscando salir de la ciudad. La calma ha prevalecido desde el anuncio de un acuerdo político por parte del Consejo Presidencial de Transición de Haití para devolver la estabilidad al país.

A pesar de la calma aparente, las fuerzas policiales continúan combatiendo a las pandillas, logrando recuperar el buque de transporte de mercancías Magalie que fue secuestrado por bandas armadas poco después de salir del puerto. La Guardia Nacional de Haití logró neutralizar a varios bandidos durante la operación de recuperación, aunque dos policías resultaron heridos. Además, se incautaron armas y municiones en el Puerto de Cabo Haitiano, provenientes de Estados Unidos, destinadas a personas vinculadas al tráfico de armas en el país.

A pesar de los éxitos de las fuerzas de orden, los saqueos por parte de las bandas armadas continúan, afectando incluso a templos religiosos como la Primera Iglesia Bautista de Puerto Príncipe. La congregación manifestó su tristeza por estos actos de pillaje que han sufrido y llamó a una unión de oraciones, invitando a los fieles a asistir a la Iglesia Evangélica más cercana a su lugar de refugio. La situación en Haití es desoladora, con una grave falta de asistencia sanitaria, ya que muchos profesionales abandonaron el país y los que permanecen tienen dificultades para trabajar.

El Ministerio de Salud de Haití expresó su preocupación por la situación del sector sanitario en el país, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Salud el 7 de abril. El estrés provocado por la violencia y la incertidumbre está afectando la salud de la población, haciendo que aquellos que no estaban enfermos se enfermen, empeorando la situación de quienes ya sufren patologías, impidiendo la recuperación de quienes están en proceso de curación y llevando a la muerte a personas gravemente enfermas. La atención médica en Haití se encuentra en un estado crítico.

A pesar de los desafíos que enfrenta Haití, el país ha logrado una relativa calma en las últimas jornadas, con la Policía Nacional combatiendo a las pandillas y logrando éxitos en la recuperación de buques secuestrados y la incautación de armas y municiones. Sin embargo, los saqueos por parte de las bandas armadas continúan, afectando incluso a templos religiosos. La falta de asistencia sanitaria es otro gran problema que enfrenta la población haitiana, con un sistema de salud deteriorado y la falta de profesionales médicos en el país. La situación en Haití requiere urgentes medidas para devolver la estabilidad y la seguridad a la nación.

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