Tras un trágico accidente ocurrido en la comunidad de Bastida, en el municipio de Las Yayas, Azua, el padre de la iglesia de la Bombita, Moisés Corcino, hizo un llamado a la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, para eliminar los negocios ubicados en las orillas de las carreteras. Corcino mencionó que entre Azua y San Juan hay más de 30 bares o colmadones a los que la gente acude a beber sin preocuparse por las consecuencias. Ha tenido que empujar a los bebedores con su vehículo para poder pasar, lo que representa un grave peligro en una autopista de alta velocidad.
Corcino describió la situación como lamentable y considera que es una oportunidad para que la ministra Raful tome medidas, como la eliminación de estos colmadones que representan un peligro para la sociedad. La tragedia ocurrida debido al consumo de alcohol en la vía pública demuestra la necesidad de intervenir y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos que transitan por esa zona. Situaciones como esta ponen en evidencia la falta de conciencia y responsabilidad de algunas personas que ponen en riesgo sus vidas y las de los demás.
Este accidente ha generado un llamado de alerta sobre la importancia de garantizar la seguridad vial y prevenir trágicos sucesos como este. La presencia de bares y colmadones en las orillas de las carreteras puede exponer a los conductores a situaciones peligrosas, especialmente en carreteras de alta velocidad. Es fundamental tomar medidas para evitar que este tipo de eventos se repitan en el futuro y proteger a la población de riesgos innecesarios.
La petición del padre Moisés Corcino refleja la preocupación por la falta de regulación de estos negocios en zonas peligrosas que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos. Es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto y adopten medidas para controlar la venta y consumo de alcohol en lugares públicos. La eliminación de estos colmadones en las orillas de las carreteras contribuiría a reducir los accidentes viales y garantizar la seguridad de todos los que transitan por esas zonas.
La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, tiene la responsabilidad de actuar en consecuencia y atender las demandas de la población respecto a la seguridad vial y el control de los establecimientos de venta de alcohol. La colaboración entre las autoridades locales y la comunidad es fundamental para garantizar un entorno seguro y prevenir situaciones de riesgo como la ocurrida en la comunidad de Bastida, en Azua. Es necesario tomar medidas contundentes para evitar tragedias como esta y proteger la vida de todos los ciudadanos.