Durante nuestra estancia en Katmandú, recibimos la mala noticia de que no podríamos ir al campamento base del Everest el día 12, por lo que decidimos ir a Langtang para aclimatarnos. A pesar de las dificultades, estábamos contentos con esta decisión. En Langtang, recorrimos rutas históricas y conocimos ciudades reconstruidas tras un devastador terremoto en 2015. Desde allí, pudimos ver por primera vez el Himalaya y quedamos maravillados con su magnitud.

En Langtang, dormíamos en refugios y acampábamos para aclimatarnos a alturas de hasta 5,000 metros. Tras una semana de entrenamiento, nos informaron de que aún no teníamos el permiso para ir al campamento base del Everest. Decidimos no regresar a Katmandú para no perder la aclimatación lograda. La espera por el permiso se prolongaba y el ambiente en el grupo comenzaba a tornarse tenso. Un expedicionario decidió abandonar y cambiar de ruta, despidiéndose de nosotros en su decisión de escalar la cara sur del Everest en lugar de la cara norte con el resto del grupo.

El expedicionario abandonado decidió escalar la cara sur del Everest en lugar de la cara norte con el resto del grupo. La espera por el permiso para ir al campamento base se prolongaba y el ambiente se volvía tenso en el grupo. A pesar de las dificultades, decidimos no regresar a Katmandú para no perder la aclimatación lograda en Langtang. Durante nuestra estancia en Langtang, dormimos en refugios y acampamos para aclimatarnos a alturas de hasta 5,000 metros, recorriendo también rutas históricas y conociendo ciudades reconstruidas tras un devastador terremoto en 2015.

En Langtang, ganamos altura paulatinamente durante una semana de entrenamiento y aclimatación. Sin embargo, nos informaron de que aún no teníamos el permiso para ir al campamento base del Everest, lo que generó tensión en el grupo. Un expedicionario decidió abandonar y cambiar de ruta, escalando la cara sur del Everest en lugar de la cara norte con el resto del grupo. A pesar de las dificultades, decidimos no regresar a Katmandú para no perder la aclimatación lograda en Langtang. Durante nuestra estancia en esta zona, pudimos contemplar por primera vez el Himalaya fuera de un avión y maravillarnos con su magnitud.

En Katmandú, recibimos la noticia de que no podríamos ir al campamento base del Everest el día 12, por lo que decidimos ir a Langtang para aclimatarnos. A pesar de las dificultades, estábamos contentos con esta decisión. En Langtang, recorrimos rutas históricas y conocimos ciudades reconstruidas tras un devastador terremoto en 2015. Desde allí, pudimos ver por primera vez el Himalaya y quedar impresionados con su magnitud.

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