Caminamos mucho tiempo en Langtang, esperando la autorización para ir al campamento base del Everest. La temporada de escalada estaba llegando a su fin, por lo que teníamos que decidir si esperar más o arriesgarnos a perder la expedición. A pesar de las dificultades, nos mantuvimos optimistas y unidos como grupo. Sin embargo, una serie de complicaciones nos llevaron a abandonar las montañas y regresar a Langtang, donde convocamos una reunión para decidir el futuro de la expedición.
En la reunión en Katmandú, se nos presentaron dos opciones: esperar el permiso para escalar por la cara norte, con el riesgo de perder la temporada de escalada, o cambiarnos a la cara sur, una ruta menos conocida pero más segura. Después de consultar con su equipo, el líder del grupo decidió optar por la cara sur, a pesar de no haber investigado tanto sobre esa ruta como sobre la cara norte. La decisión se tomó con cautela, pensando en minimizar los riesgos y maximizar las posibilidades de éxito en la expedición al Everest.
La cara sur del Everest presentaba diferentes desafíos a la cara norte, como escaleras horizontales y menos experiencia en ice climbing. Sin embargo, con el apoyo de su equipo y la confianza en sus capacidades, el líder decidió enfrentar estos desafíos y continuar con la expedición. A pesar de las dudas iniciales, el grupo se preparó para subir la montaña más alta del planeta por una ruta desconocida para ellos, manteniendo siempre la seguridad como prioridad.
La elección de la cara sur implicaba no pasar por la Cascada del Khumbu más de una vez, con el fin de minimizar el riesgo en la parte más peligrosa de la montaña. A pesar de las dificultades y la incertidumbre, el grupo estaba decidido a enfrentar los desafíos que se presentaran en la ruta elegida. Con determinación y trabajo en equipo, se prepararon para escalar el Everest por un camino desconocido y lleno de obstáculos, confiando en su entrenamiento y habilidades para alcanzar la cumbre.
La decisión de cambiar a la cara sur del Everest se tomó con la certeza de que era la mejor opción para maximizar las posibilidades de éxito en la expedición. A pesar de las dificultades y los desafíos que presentaba esta ruta poco conocida, el grupo estaba preparado para enfrentarlos con determinación y trabajo en equipo. Con el apoyo de su equipo y la confianza en sus capacidades, el líder de la expedición estaba listo para llevar al grupo a la cumbre de la montaña más alta del planeta.