La República Dominicana muestra estabilidad política y continuidad en las medidas económicas implementadas tras la reelección de Luis Abinader en las pasadas elecciones. A pesar de esto, aún se espera que se implementen las reformas estructurales necesarias para el país. La agencia de calificación crediticia S&P Global destaca que la economía dinámica del país se ve afectada por un perfil fiscal débil y vulnerabilidades a shocks externos. El presidente Abinader enfrenta desafíos como la necesidad de una reforma fiscal y tributaria, así como la ineficiencia en el sector eléctrico que afecta las finanzas públicas.
El gobierno ha logrado algunos avances durante el primer mandato de Abinader, como reformas en el sector eléctrico a través del Pacto Eléctrico. Sin embargo, las pérdidas de electricidad en la red siguen siendo elevadas debido a diversos factores. Además, el gobierno enfrenta desafíos en la seguridad, el impacto de la crisis en Haití, el fortalecimiento de instituciones públicas y la lucha contra la corrupción. A pesar de los logros, se requiere mayor esfuerzo para implementar reformas impopulares y consolidar el crecimiento económico.
La República Dominicana aún no ha alcanzado el grado de inversión y su calificación crediticia se mantiene dos niveles por debajo del umbral necesario. Se espera que el país demuestre capacidad para aprobar e implementar reformas que mejoren su perfil fiscal y de deuda, lo que conllevaría a menores déficits fiscales. Una mejora en la calificación dependerá también de un fortalecimiento institucional y un aumento en el ingreso per cápita. Por otro lado, la calificación podría disminuir si el crecimiento económico del país se ve afectado.
En cuanto a las expectativas económicas, se espera que el turismo siga siendo un motor importante de crecimiento económico en los próximos años, con un sector privado activo y una importante inversión extranjera en el sector manufacturero. La República Dominicana también cuenta con el flujo de remesas como apoyo al consumo y al crecimiento económico. Sin embargo, las limitaciones fiscales y de deuda del país, con bajos ingresos tributarios y alta deuda externa, son un desafío a enfrentar para mejorar su calificación crediticia.
La necesidad de una reforma fiscal ha sido destacada por el presidente como parte de su agenda para liberar recursos para inversión en necesidades sociales e infraestructura. A pesar de esto, las reformas fiscales en el pasado han sido difíciles de implementar por la resistencia en el Congreso. A pesar de los esfuerzos, no se espera que haya reformas significativas en el escenario base de la agencia calificadora. En cuanto a la política monetaria, se esperan mejoras gradualmente, pero el debate sobre la recapitalización del banco central sigue siendo un factor limitante.
En resumen, la República Dominicana muestra estabilidad política y económica, con desafíos pendientes como la implementación de reformas estructurales y fiscales para mejorar su perfil crediticio. A pesar de la dinámica economía del país y su atractivo para la inversión extranjera, es necesario abordar las limitaciones fiscales y de deuda para lograr un mayor crecimiento sostenible y fortalecer su calificación crediticia en el futuro.