Hoy lamentamos la pérdida de Soterio Ramírez, un ícono del deporte dominicano y un gran amigo para muchos. Soterio era conocido por su responsabilidad, honestidad y lealtad, cualidades que lo hicieron querido por la familia deportiva nacional e internacional. Su fallecimiento ha causado un profundo dolor en todo el país, ya que representó con gallardía a la nación en diversas competencias internacionales.
Soterio Ramírez, quien también fue viceministro de Deportes durante 16 años, falleció a causa de un infarto mientras recibía atención médica en el Hospital Militar Ramón de Lara. En los últimos meses había enfrentado problemas de salud tras sufrir dos accidentes cerebrovasculares. Durante su gestión, estuvo al frente del Programa de Atletas de Alto Rendimiento y fue un defensor de la confraternidad deportiva por encima de lo político.
La familia deportiva está de luto por la pérdida de Soterio, quien no solo fue un destacado deportista, sino también un amigo, padre ejemplar y buen hijo. Durante su carrera, representó a la República Dominicana en competencias internacionales, logrando medallas de plata y oro en torneos como el Centrobasket y los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Además, fue un campeón como jugador del Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional.
A nivel internacional, Soterio jugó en varios países como España, Chile y Portugal, destacándose por su talento y dedicación al deporte. Fue inducido al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en 2020 y se ganó el respeto de dirigentes deportivos y políticos. Su pérdida ha sido lamentada por figuras destacadas del deporte y la sociedad dominicana, quienes han ofrecido sus condolencias a sus familiares y al sector deportivo en general.
Soterio Ramírez deja un legado de excelencia deportiva y un ejemplo de compromiso y dedicación a su país. Siempre será recordado como un gran campeón y un líder en el ámbito deportivo. Su partida deja un vacío en la comunidad deportiva, pero su memoria perdurará en el corazón de quienes lo conocieron y admiraron. Descansa en paz, campeón, tu legado vivirá por siempre en el deporte dominicano.
