Las mujeres desempeñan un papel crucial en el sector agropecuario de la República Dominicana, contribuyendo significativamente a la producción, procesamiento y comercialización de alrededor del 80% de los alimentos del país. A pesar de esto, solo el 15.5% de las personas dedicadas a la agricultura son mujeres, y aproximadamente el 25% posee tierras con vocación agrícola. Existe una necesidad urgente de brindarles mayor acceso a préstamos e inversiones para mejorar sus condiciones de trabajo, según funcionarios y productoras que se reunieron en conmemoración del Día Internacional de la Mujer Rural en el Ministerio de Agricultura.

Bernardo de la Cruz, encargado de capacitaciones de la Oficina Sectorial Agropecuaria de la Mujer (OSAM), afirmó que si el Estado invirtiera 500 millones de pesos en las tierras de las mujeres del campo, podría recibir retornos de alrededor de 1,200 millones de pesos, lo que representa un aumento del 140% sobre la inversión inicial. Además, se estima que esta inversión generaría hasta 300 millones adicionales a través de empleos indirectos. La directora de la OSAM, Yndira Mejía, anunció la preparación de una política nacional de género para el sector agropecuario que contará con el apoyo de la FAO.

El acceso desigual a préstamos es uno de los principales desafíos que enfrentan las mujeres agricultoras en la República Dominicana. Yndira Mejía señaló que el problema no radica en la disponibilidad de préstamos en el mercado, sino en la vulnerabilidad de estas mujeres debido a la falta de títulos de propiedad y programas de apoyo. Estania Santana, líder de la Asociación de Mujeres de Santa Clara en Monte Plata, enfatizó la necesidad de una mayor inversión en infraestructuras, como la reparación de caminos vecinales que afectan la rentabilidad de la producción.

Más allá del acceso a préstamos, las mujeres agropecuarias también se enfrentan a la falta de representación en la toma de decisiones de la política agropecuaria. Elsa Sánchez, miembro de la Cooperativa Nuestra Señora de Lourdes en Azua, comentó que hacen falta políticas que garanticen un acceso equitativo al financiamiento para las mujeres del campo, y no únicamente para aquellas que ya cumplen con los requisitos para recibir un préstamo. Las productoras temen que una reforma fiscal pueda aumentar el precio de los insumos para la producción agrícola, lo que dificultaría aún más su labor.

En respuesta a estas preocupaciones, las asociaciones de mujeres productoras se encuentran discutiendo propuestas para presentar al Gobierno con el objetivo de asegurar un apoyo financiero adecuado para las mujeres del campo. La presidenta de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas (Conamuca), Juana Mercedes, subrayó la importancia de que los impuestos no se traduzcan en un mayor peso para los campesinos sin una inversión que mejore los servicios básicos en sus comunidades. Es fundamental garantizar la equidad de oportunidades y la mejora de las condiciones para las mujeres rurales en el país.

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