El cineasta español Albert Serra presentó su documental sobre la tauromaquia, 'Tardes de soledad', en el Festival de Cine de Nueva York, donde recibió la Concha de Oro en San Sebastián. A pesar de haber tenido dudas sobre cómo sería recibido en el extranjero, se sorprendió al ver que la polémica solo se generó en España. A pesar de que la audiencia no estaba familiarizada con la tauromaquia, la película no tuvo problemas para proyectarse en otros festivales de cine, lo que alivió al cineasta.
Serra explicó que este documental lo hizo especialmente para España, pero la controversia que generó le hizo pensar que no sería bien recibido en otros países. A pesar de que considera que la tauromaquia es aburrida y violenta, decidió abordarla desde la inocencia y sin intentar transmitir ningún mensaje en particular. Con un enfoque antropológico, mostró la relación entre la vida y la muerte en el mundo de la tauromaquia, tratando al torero y al toro como sujetos.
El cineasta recolectó alrededor de 600 horas de grabación a lo largo de varios años, las cuales pasaron por sus manos como editor. A pesar de que no le gusta la violencia en el cine, en este caso la considera poesía y ve la muerte del toro como un momento ritualista y real. Destacó que es la primera vez que una película muestra al toro como un sujeto con emociones, lo que genera una conexión triste cuando el animal mira a la cámara.
El protagonista del documental, el torero Andrés Roca Rey, no quedó satisfecho con el resultado final, al igual que su mánager. Serra explicó que esto se debe a que no juzgan la película artísticamente, sino que se juzgan a sí mismos. A pesar de que el tema de la tauromaquia no es de su agrado, el cineasta quiso mostrarlo desde un punto de vista diferente, alejado de la opinión convencional sobre esta práctica.
Durante la sesión de preguntas y respuestas en el Festival de Cine de Nueva York, Serra manifestó su desinterés por la tauromaquia, destacando que no tiene nada que decir al respecto. A pesar de que se esperaba que la película generara críticas negativas en otros países, el cineasta se sorprendió al ver que la recepción fue positiva fuera de España. En general, Serra se mostró satisfecho con el resultado de su documental y consideró que logró su objetivo de mostrar un aspecto diferente de la tauromaquia.
