Seis personas presuntamente dominicanas fueron baleadas por dos desconocidos en el parque James, ubicado en El Bronx, en un área de mayoría quisqueyana. Los pistoleros llegaron en una pasola alrededor de las 8 de la noche y comenzaron a disparar a un grupo de 10 personas que se encontraba debajo de un andamio en esa esquina. Dos de las víctimas fueron auxiliadas en el lugar, otras dos se fueron en un vehículo y las dos restantes ingresaron a hospitales en Queens y El Bronx. Cinco de los hombres tenían entre 20 y 30 años y el sexto entre 30 y 40 años, pero no se ha determinado el motivo del tiroteo.

En otro incidente ocurrido la madrugada de este jueves, un hombre presuntamente dominicano fue baleado frente a una estación de tren en Inwood, en el Alto Manhattan. El agresor escapó y está siendo buscado por la policía. Este incidente tuvo lugar cerca de donde ocurrió un tiroteo a principios de verano que resultó en la muerte de dos hispanos. La policía está investigando ambos casos para determinar las causas y encontrar a los responsables de estos actos de violencia en la comunidad dominicana y hispana en general en la ciudad de Nueva York.

Estos eventos violentos han generado preocupación y alarma entre la comunidad dominicana en Nueva York, ya que los tiroteos se han convertido en una amenaza constante en algunos vecindarios de la ciudad. La presunta nacionalidad de las víctimas y los agresores apuntan a una posible conexión con la comunidad dominicana, lo que aumenta la tensión y el miedo entre los residentes de la zona. Las autoridades están trabajando arduamente para esclarecer los hechos y brindar seguridad a los ciudadanos que se ven afectados por esta ola de violencia en la ciudad.

La falta de motivos claros para estos tiroteos y la aparente aleatoriedad de los ataques aumenta la incertidumbre y la inseguridad en la comunidad. Los residentes dominicanos y hispanos en general se sienten vulnerables y temen por su seguridad y la de sus familias en un ambiente que parece cada vez más peligroso. La policía ha intensificado sus esfuerzos para capturar a los responsables y prevenir futuros incidentes, pero la situación sigue siendo delicada y genera angustia en la población.

El hecho de que los tiroteos se produzcan en áreas de mayoría hispana y posiblemente tenga una conexión con la comunidad dominicana ha generado indignación y consternación entre los residentes locales. La violencia armada es un problema grave en la ciudad de Nueva York, y es necesario implementar medidas efectivas para combatirla y proteger a la población. La colaboración entre la policía y la comunidad es fundamental para prevenir la violencia y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos en la ciudad.

A medida que se desarrolle la investigación de estos tiroteos, es importante que se aclaren los motivos y se identifiquen a los responsables para llevarlos ante la justicia. La violencia armada no puede ser tolerada en ninguna comunidad y es responsabilidad de las autoridades proteger a sus ciudadanos y garantizar un ambiente seguro y pacífico para todos. La comunidad dominicana y hispana en general en Nueva York espera que se tomen medidas concretas para abordar este problema y evitar futuros incidentes violentos que pongan en peligro la vida de los residentes.

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