Un nuevo estudio del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) revela que la crisis climática pone en peligro los medios de vida y la atención sanitaria de 41 millones de personas en zonas costeras de baja altitud en Latinoamérica y el Caribe. Estas comunidades litorales están especialmente expuestas a riesgos como sequías, desertificación, huracanes y tormentas, lo que puede provocar inundaciones generalizadas que destruyen hogares, empresas y servicios esenciales, incluida la atención sanitaria.

En la cuarta Conferencia de Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID4) que se lleva a cabo en Antigua y Barbuda, el UNFPA está instando a los países participantes a realizar mayores inversiones para reducir las desigualdades en la población y mejorar la gestión de los recursos hídricos. El informe presentado en la conferencia destaca la vulnerabilidad de las mujeres y niñas en estas comunidades costeras, quienes sufren de manera desproporcionada la falta de acceso a servicios básicos de salud, protección frente a la violencia de género y partos seguros.

Según el estudio, 1.448 hospitales que son vitales para la salud de las madres y la planificación familiar se encuentran en zonas costeras de baja altitud más propensas a riesgos naturales. En países como Aruba, Islas Caimán, Surinam, Bahamas y Guyana, más del 80% de los hospitales se encuentran en estas áreas litorales, mientras que en el resto de América Latina y el Caribe, Ecuador, Haití y Brasil son los países con mayor número de centros médicos en dichas latitudes. La directora ejecutiva de UNFPA, la doctora Natalia Kanem, destaca que las mujeres y niñas vulnerables son las más afectadas por la crisis climática y pagan un alto precio cuando se ven afectados los servicios básicos de salud y protección.

La directora ejecutiva de UNFPA, la doctora Natalia Kanem, hizo hincapié en que las mujeres y niñas, que son las menos responsables de la crisis climática, son las más afectadas cuando se producen catástrofes relacionadas con el clima y se interrumpen los servicios básicos de salud y protección, así como los medios de subsistencia. En países como Ecuador, Haití y Brasil se concentran la mayoría de centros médicos en zonas litorales, lo que representa un riesgo adicional ante posibles desastres naturales, como la temporada de huracanes en el Atlántico que podría tener un impacto devastador en la región este año, según advierte la organización.

El informe también destaca la importancia de una mejor gestión de los recursos hídricos en estas comunidades costeras para reducir la vulnerabilidad frente a fenómenos meteorológicos extremos. En este sentido, el UNFPA busca concienciar sobre la urgencia de tomar medidas para proteger a las poblaciones más afectadas por la crisis climática en Latinoamérica y el Caribe, especialmente a las mujeres y niñas que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad. La conferencia PEID4 se centra en la amenaza existencial que representa la crisis climática para estos pequeños estados insulares en desarrollo, que se enfrentan a riesgos cada vez mayores debido al aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.

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