El Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, recientemente habló con el Presidente Luis Abinader sobre la situación en Haití, enfatizando el apoyo a los derechos humanos, particularmente en relación con las deportaciones de haitianos. A pesar de los llamados de las Naciones Unidas para detener las deportaciones, el gobierno dominicano ha afirmado su compromiso de continuar deportando haitianos y no permitirá el establecimiento de campamentos de refugiados dentro de sus fronteras. Durante la conversación, Blinken también discutió la fuerza de apoyo de seguridad multinacional, liderada por la policía keniana, que tiene como objetivo restaurar la paz y poner fin al reinado del terror impuesto por poderosas pandillas armadas en Puerto Príncipe y otras áreas.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, declaró que la llamada de Blinken reforzó la "sólida asociación entre Estados Unidos y la República Dominicana" y su "compromiso compartido" de promover la gobernanza democrática, la seguridad regional, los esfuerzos contra la corrupción y el crecimiento y prosperidad inclusivos. Blinken también aprovechó la oportunidad para felicitar al Presidente Abinader por su reelección. La llamada se produce en medio de crecientes preocupaciones sobre la violencia de pandillas en Haití, particularmente tras la muerte de dos misioneros estadounidenses, Natalie y Davy Lloyd, que eran la hija y el yerno del Representante del Estado de Missouri Ben Baker. En respuesta a estos trágicos eventos, EE. UU. ha enfatizado la necesidad urgente de una solución de seguridad en Haití.
El Presidente Joe Biden ha pedido el despliegue rápido de la misión de apoyo multinacional para abordar la violencia creciente. "Nuestros corazones están con las familias de los asesinados. La situación de seguridad en Haití no puede esperar", declaró un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca (NSC). Los asesinatos de los misioneros, que tuvieron lugar en un orfanato en Lison 49, al norte de Puerto Príncipe, destacan la situación desesperada en áreas controladas por pandillas desde hace meses. La misión de apoyo de seguridad multinacional, liderada por Kenia, busca frenar esta violencia y se espera que llegue pronto.
El Presidente Biden se reunió recientemente con el Presidente keniano William Ruto en la Casa Blanca, elevando el estatus de Kenia a "importante aliado no perteneciente a la OTAN" por su liderazgo en la misión que se desplegará en Haití. El vocero del NSC enfatizó que Biden reiteró el compromiso de Washington de apoyar la misión, que busca fortalecer las capacidades de la policía haitiana, restaurar el estado de derecho y allanar el camino para la gobernanza democrática.