El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile guardó silencio después de que el presidente Gabriel Boric informara sobre un tiroteo en un centro de eventos en Lampa, en las afueras de Santiago. Cinco personas murieron y siete resultaron heridas, en su mayoría dominicanos y venezolanos.

Reporteros de El Nacional intentaron obtener información sobre los dominicanos heridos en el tiroteo, pero no lograron comunicarse con la Cancillería. Según Boric, cuatro heridos y cuatro testigos del tiroteo eran de nacionalidad venezolana y dominicana, calificando el incidente como grave.

El tiroteo tuvo lugar durante una fiesta en Lampa, un sector periférico de Santiago, según informaron las autoridades policiales. Cinco personas, incluyendo cuatro hombres y una mujer, fallecieron en el enfrentamiento, sin que se haya identificado a las víctimas hasta el momento.

Las autoridades sospechan que el tiroteo en Lampa podría estar vinculado con el tráfico de drogas. La Cancillería chilena no ha proporcionado más información sobre el incidente, que ha dejado a una comunidad extranjera afectada por la violencia en el país.

El presidente Boric expresó su preocupación por el ataque y reiteró el compromiso del gobierno chileno de esclarecer lo ocurrido y llevar a los responsables ante la justicia. Se espera que las investigaciones continúen para determinar las causas y circunstancias del tiroteo en Lampa.

La situación ha generado conmoción en Chile y en la comunidad internacional, especialmente entre los dominicanos y venezolanos residentes en el país. El gobierno chileno se mantiene en silencio mientras la ciudadanía exige respuestas sobre lo sucedido en el trágico incidente.

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