El embajador de la Unión Europea en México, Gautier Mignot, expresó la necesidad de encontrar soluciones urgentes y a gran escala para abordar el problema del arribo masivo de sargazo en la región del Caribe. Mignot participó en el Foro Nacional México-Unión Europea en Cancún, que busca convertir el sargazo en una oportunidad. Se está trabajando en una estrategia global para involucrar a actores públicos y privados de todos los países de la región en la lucha contra el sargazo, que actualmente tiene un impacto negativo significativo.
En preparación para la conferencia regional de alto nivel que se llevará a cabo en Granada en octubre, se están explorando soluciones concretas para combatir el problema del sargazo. René Orellana Halkyer, gerente regional de México y Centroamérica del Banco de Desarrollo de América Latina-CAF, anunció que se ha destinado un fondo de 1.200 millones de dólares para proyectos relacionados con el sargazo. Además, en México, se destinan anualmente más de 130 millones de dólares, especialmente por parte del sector privado, para abordar el problema del sargazo, aunque ahora se está viendo el sargazo como un producto con valor y se están desarrollando tecnologías e innovaciones al respecto.
El arribo masivo de sargazo tiene repercusiones en el turismo, la economía y el medio ambiente, y representa un desafío que debe ser abordado de manera creativa. Emprendimientos como Renovare, que fabrica calzado con sargazo como material ecológico, son ejemplos de cómo se pueden generar soluciones innovadoras a partir de este problema. El sargazo ya no se ve solo como un pasivo o basura, sino como un producto con potencial de valorización.
Óscar Alberto Rébora Aguilera, secretario de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo, destacó la importancia de abordar la problemática del sargazo con una visión regional. Según estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, se estima que la afectación económica causada por el sargazo en la región del Caribe puede representar hasta el 11,6 % del producto interno bruto local, lo que equivale a pérdidas de entre 1.000 y 2.000 millones de dólares al año. Es fundamental trabajar de manera conjunta para encontrar soluciones sostenibles y efectivas para abordar este problema.
