Cada miércoles, más de 3,000 personas se reúnen en el Centro de Evangelización Padre Fantino en Fantino, Sánchez Ramírez en busca de sanación, fortaleza espiritual, suerte o soluciones a sus problemas personales y familiares. La misa, liderada por sacerdotes locales, se ha convertido en un evento de fe que atrae a personas de diferentes puntos del país, quienes llegan desde temprano para asegurar un lugar cerca del altar. El entusiasmo y la devoción de los asistentes son evidentes, a pesar del frío matutino y la neblina en la Cordillera Central.

El servicio comienza con la lectura de las peticiones de los devotos a las 7:10 de la mañana. Algunos llegaron la noche anterior para garantizar un buen lugar en el templo, mientras que otros continúan llegando y se acomodan en los espacios disponibles. Entre las plegarias destacan las de la familia Sánchez Rodríguez, que pidió reconciliación y comprensión mutua. Mientras avanza la misa, algunos asistentes aprovechan para desayunar en la cafetería del recinto, visitan los confesionarios o los niños corren y juegan alrededor del templo.

A las 8:07 de la mañana, el padre Cristián Rodríguez sube al púlpito acompañado de otros sacerdotes como Alexis Batista y Roberto Peguero, conocido como Padre Nano. La energía espiritual es intensa desde el inicio, animando a los presentes a despojarse de sus ataduras y comparando su valentía con la de David frente a Goliat. Durante la alabanza, se viven momentos de gran emotividad, con algunos asistentes cayendo al suelo, llorando desconsoladamente o siendo consolados por sus familiares y colaboradores de la misión.

El padre Cristián camina entre la multitud mientras los sacerdotes proclaman que las enfermedades salgan de los cuerpos y los demonios se alejen. Cada declaración refuerza la esperanza de los asistentes de recibir una bendición o un milagro. A pesar de la ausencia del Padre Chelo, quien estaba de retiro espiritual, la celebración continuó con fuerza bajo la dirección del padre Cristián, basado en los evangelios de San Lucas y el libro de Samuel. La ceremonia culmina a las 11:15 de la mañana con la distribución de la hostia y la recolección del diezmo, dejando en los asistentes una mezcla de fe, esperanza y gratitud.

El Centro de Evangelización Padre Fantino sigue siendo un punto de referencia espiritual en la región, atrayendo a multitudes en busca de consuelo, sanación y fortaleza divina en un ambiente lleno de fe y devoción. Los feligreses continúan acudiendo cada miércoles, demostrando su compromiso y devoción por la fe. A pesar de las diversas motivaciones que los llevan a este lugar, todos comparten el deseo de encontrar paz y respuestas a sus necesidades espirituales y personales. El evento se ha convertido en una experiencia transformadora y edificante para muchos de los presentes.

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