El Ministerio de Salud Pública incluyó la conducta suicida en el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica como una medida obligatoria, con el objetivo de fortalecer la atención de este problema. Esta iniciativa forma parte de las acciones para abordar el aumento de casos de intento o conducta suicida en el país. Durante la semana epidemiológica 34, no se registraron casos, pero se mantiene la vigilancia activa para detectar cualquier incidencia de manera oportuna.

Desde la semana epidemiológica 34, se han reportado un total de 21 casos de intento o conducta suicida, siendo el 57.1% de los casos en el sexo femenino y el grupo de edad más afectado entre los 20 y 29 años. Las provincias con mayor incidencia fueron Santo Domingo, San Cristóbal y San Juan, con el 33.3% de los casos reportados por el hospital Rodolfo de la Cruz Lora. Se atribuye el aumento de casos de suicidio a las secuelas de la pandemia de covid-19, que ha generado mayor sufrimiento y estrés en la población.

De acuerdo con las estadísticas, los hombres representan el 79% de los casos de suicidio, siendo esta la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años. Ante esta situación, el Ministerio de Salud en coordinación con la primera Dama, ha establecido un centro de atención permanente a través del centro de contacto #CuidatuSaludMental, operando hasta las 12:00 de la noche de lunes a viernes. A través de la línea (809)-200-1400, los usuarios pueden recibir asistencia de un equipo de profesionales para la prevención del suicidio.

Se destaca la importancia de la prevención del suicidio como un problema de salud pública, que requiere de la intervención oportuna y efectiva para reducir los casos. La inclusión de la conducta suicida en el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica es un paso importante en este sentido, ya que permite un monitoreo continuo de la situación y la implementación de estrategias preventivas adecuadas. Es fundamental la colaboración de diferentes sectores de la sociedad para abordar este problema de manera integral y garantizar el bienestar de la población.

La detección temprana y la atención adecuada de las personas en riesgo de suicidio son fundamentales para prevenir tragedias y brindar apoyo emocional a quienes lo necesitan. El trabajo conjunto entre las autoridades de salud, organizaciones de la sociedad civil y la comunidad en general es clave para abordar el problema del suicidio de manera integral. En este sentido, es importante promover la concienciación y la educación sobre la salud mental, así como promover la inclusión y el apoyo a las personas que puedan estar atravesando situaciones de crisis emocional.

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