Durante la exposición del Sermón de las 7 Palabras, el sacerdote Gregorio Santana condenó el sistema carcelario del país, mencionando que atraviesa su peor momento. Expresó que las cárceles son consideradas la antesala del infierno y un cementerio de hombres vivos. Criticó las condiciones inhumanas en las que viven los presos, quienes incluso tienen que pagar por necesidades básicas como ir al baño y un lugar para dormir. El padre Santana instó a las autoridades a reflexionar sobre la situación de los centros de reclusión, que están llenos de personas enfermas física y mentalmente.
Santana cuestionó el supuesto crecimiento económico del país en los últimos 50 años, mencionando que no ha sido distribuido equitativamente y no ha contribuido a mejorar la educación de los más pobres. Señaló que la Iglesia tiene la misión de ofrecer y facilitar, destacando los desafíos urgentes que enfrenta la educación en la República Dominicana. Criticó el sistema educativo del país, calificándolo como deficiente, caro e insatisfactorio, mencionando que las universidades no están contribuyendo lo suficiente para generar cambios positivos en la nación.
Durante su homilía, el sacerdote condenó el Sistema de Seguridad Social actual, al que calificó como una estafa respaldada por el Estado y la Ley, que niega derechos y beneficia a unos pocos. Afirmó que la iglesia no puede limitarse a ser una entidad recaudadora, sino que debe ser un espacio luminoso que muestre las realidades divinas que nos esperan según cómo vivamos en la tierra. Hizo un llamamiento a ser la puerta del paraíso y visualizar las realidades divinas a través de nuestras acciones diarias.
En su discurso, el padre Santana hizo un llamado a la reflexión sobre la situación de los centros de reclusión y las condiciones inhumanas en las que viven los presos en las cárceles dominicanas, mencionando que están llenas de personas enfermas y marginadas. Criticó el sistema de justicia garantista que beneficia solo a unos pocos y no se preocupa por el bienestar de los más necesitados. También señaló la falta de equidad en la distribución de la riqueza y la falta de apoyo a la educación de calidad para los sectores más vulnerables de la sociedad.
El sacerdote enfatizó que la misión de la Iglesia es la misma que la de Jesús, la de ofrecer y facilitar a los necesitados. Destacó los problemas urgentes que enfrenta el sistema educativo en la República Dominicana, calificándolo como deficiente y costoso. Criticó la falta de apoyo de las universidades para generar un cambio positivo en la educación del país. Asimismo, señaló que el presupuesto de Educación está secuestrado por intereses comerciales, lo que obstaculiza la mejora del sistema educativo dominicano. En conclusión, el padre Santana hizo un llamado a ser la luz del saber y a trabajar juntos para mejorar la calidad de la educación en la nación.