El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, hizo un llamado a la comunidad internacional para que pase de las palabras y promesas a la acción frente a la crisis de seguridad que vive Haití, país sumido en una ola de violencia descomunal debido al apogeo de las bandas armadas. En una entrevista con Al Jazeera, el canciller dominicano señaló que aunque varios países han prometido apoyar a la fuerza multinacional que combatirá las pandillas en Haití con 300 millones de dólares, ninguno ha desembolsado los fondos en el fondo fiduciario de Haití en las Naciones Unidas, lo que impide que las fuerzas policiales puedan integrar la Misión de Seguridad Multinacional lo más pronto posible.

En relación a las deportaciones de haitianos con estatus irregular en República Dominicana, Álvarez destacó que el país deporta a extranjeros que ingresan de manera ilegal, al igual que otros países. Además, señaló que las condiciones de inseguridad en Haití, con reclusos fugitivos, pandilleros y criminales de alto perfil, impiden la creación de un corredor humanitario o un campo de refugiados, citando los secuestros de dominicanos en Haití como evidencia de la peligrosidad de la situación.

El canciller dominicano también rechazó las acusaciones de racismo hacia República Dominicana por parte de Amnistía Internacional, argumentando que el país tiene una historia diferente en su Independencia Nacional y en el desarrollo de su identidad, con una población que se compone mayoritariamente de mestizos. Álvarez enfatizó que en la República Dominicana nunca ha habido una distinción de raza, a diferencia de otros países con sociedades de plantaciones, por lo que calificó como falsas las afirmaciones de racismo en el país.

En otro orden de ideas, la Unión Europea ha pedido a las fuerzas políticas en Haití que cooperen para encontrar una solución a la crisis que atraviesa el país, marcada por la violencia de las pandillas armadas. Además, recientemente se reportó que bandas criminales secuestraron un barco que transportaba 1,500 sacos de arroz en aguas haitianas, evidenciando la grave situación de inseguridad y violencia que enfrenta la nación caribeña. La comunidad internacional espera que se logre una pronta acción para restablecer la seguridad en Haití y evitar la propagación de la violencia en la región.

En conclusión, el canciller Roberto Álvarez ha instado a la comunidad internacional a cumplir con las promesas de apoyo hacia Haití y a desembolsar los fondos necesarios para que la fuerza multinacional pueda combatir las bandas armadas en el país. Asimismo, ha defendido la postura de República Dominicana en cuanto a las deportaciones de haitianos con estatus irregular y ha rechazado las acusaciones de racismo hacia el país. La Unión Europea, por su parte, sigue de cerca la situación en Haití y pide a las fuerzas políticas que colaboren en la búsqueda de una solución a la crisis de seguridad que enfrenta la nación caribeña.

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