El Sol se está aproximando a su "máximo solar", un punto durante un ciclo de 11 años en el que su actividad es más fuerte. Este fenómeno se da cuando los polos magnéticos del Sol se invierten, creando manchas solares que pueden expulsar material y generar clima espacial. Se espera que este ciclo solar, que es el número 25 desde que comenzamos a observar las manchas solares en 1755, sea más intenso de lo esperado, con el potencial de generar más tormentas solares que impacten en el campo magnético de la Tierra y produzcan espectaculares auroras boreales.

Recientemente, una tormenta geomagnética afectó a la Tierra. Fue causada por al menos cinco eyecciones de masa coronal que abandonaron el Sol en una estrecha sucesión. Estas eyecciones tardaron alrededor de 18 horas en llegar a la Tierra e interactuar con nuestro campo magnético. La magnetósfera de la Tierra es lo que nos protege de la radiación solar, y sin ella no habría vida en el planeta. La tormenta fue tan poderosa que fue calificada con la alerta G5, la más alta otorgada por meteorólogos de la Met Office y la NOAA en Estados Unidos. Esta tormenta tuvo impactos en las comunicaciones globales, redes eléctricas, sistemas GPS y en la tecnología espacial que utilizamos diariamente.

Los efectos de esta tormenta solar fueron notables en diferentes aspectos de la vida cotidiana. Por ejemplo, el propietario de SpaceX, Elon Musk, reportó que sus satélites Starlink, que proporcionan internet, estuvieron bajo mucha presión. También hubo perturbaciones en las señales de los satélites de GPS y navegación a medida que la radiación adicional se dirigía hacia la Tierra. Los agricultores que utilizan tractores con GPS de alta precisión informaron que estos aparatos resultaron afectados. Incluso un satélite británico que filma la Tierra en alta definición tuvo que ser puesto en estado "inactivo" durante cuatro días, lo que afectó su capacidad para capturar imágenes.

En cuanto a las redes eléctricas, también se registraron incidentes debido a la tormenta solar. La corriente adicional fluyó a través de los tendidos eléctricos, causando problemas en algunas regiones. En Nueva Zelanda, se desconectaron algunos circuitos externos como medida de precaución para evitar daños a los equipos. Sin embargo, la Red Nacional del Reino Unido aseguró que no hubo impacto en la transmisión de electricidad en su país. La tormenta solar de mediados de mayo fue un evento importante que ocurrió cada 30 años y fue la mayor desde 2003, según expertos en el tema.

Es importante destacar el impacto que tuvo en nuestra tecnología y economía. Sean Elvidge, profesor de entorno espacial en la Universidad de Birmingham, mencionó que somos mucho más dependientes tecnológicamente ahora que en 2003, cuando ocurrió la última gran tormenta solar. Muchos de nuestros servicios provienen del espacio y no nos damos cuenta de la importancia de mantenerlos funcionando adecuadamente. Por lo tanto, es fundamental seguir investigando y monitoreando la actividad solar para estar preparados ante futuras tormentas solares y proteger nuestra tecnología y sistemas de comunicación.

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