Santo Domingo.- La Participación Ciudadana mantuvo su observación electoral durante toda la tarde del día de las elecciones, utilizando a sus 1,600 observadores distribuidos por todo el territorio nacional. Esta extensa red permitió una evaluación integral del proceso electoral. Recibimos 968 informes de nuestros observadores itinerantes, quienes cubrieron múltiples recintos de votación cada uno, y tenemos una muestra aleatoria de 728 observadores ubicados en las mesas de votación, proporcionando una visión general del proceso electoral. Nuestros observadores informaron que el 77% de las mesas de votación cerraron entre las 5 y las 6 de la tarde, mientras que el 23% cerró antes de las 5 de la tarde.
Por la tarde, continuaron las violaciones a las leyes electorales, particularmente en lo que respecta al proselitismo alrededor de los recintos electorales, afectando al 36% de los recintos. Los infractores más frecuentes fueron el Partido Revolucionario Moderno (PRM) con un 33%, seguido del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) con un 28%, la Fuerza del Pueblo (FP) con un 22% y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) con un 10%. En el 96% de los recintos, las filas eran ordenadas y el 98% contaba con la presencia de la Policía Militar Electoral, que en su mayoría ayudó a organizar las filas y dispersar a los ciudadanos que ya habían votado.
Sin embargo, se reportaron indicadores de compra de votos y distribución de dinero en efectivo en el 21% de las instalaciones. El PRM fue identificado en el 18% de estos casos, el PLD en el 14%, la FP en el 10% y el PRD en el 6%. Estas actividades se observaron cerca de los recintos de votación, con la Policía Militar Electoral dispersando ocasionalmente a los involucrados, aunque algunas instancias pasaron desapercibidas. Se realizaron varias encuestas de salida de acuerdo con la Ley de Régimen Electoral. Sin embargo, algunas de ellas se divulgaron durante el proceso de votación, violando la Ley Orgánica 20-23 del Régimen Electoral, que prohíbe tales divulges hasta tres horas después del cierre de las urnas. Esperamos las sanciones apropiadas para los responsables, como se establece en la ley. Independientemente de las opiniones personales sobre la ley, es esencial cumplir con ella hasta que se enmiende.
Se registraron incidentes de violencia, incluidas amenazas a observadores de Participación Ciudadana que intentaban documentar la compra de votos. Cabe destacar que nuestro observador José Augusto Navarro en la Escuela Básica San Martín de Porres en Azua fue amenazado con un machete mientras filmaba a militantes de la Fuerza del Pueblo distribuyendo dinero en efectivo. Los observadores también informaron casos de personas que no aparecían en el registro en las mesas de votación, pero sí figuraban en el registro en el extranjero, a pesar de nunca haber viajado fuera de la República Dominicana. Participación Ciudadana recomienda una investigación exhaustiva de estos incidentes.
Continuaremos monitoreando el trabajo del Tribunal Superior Electoral para abordar los desafíos a los resultados electorales y de la Fiscalía Especializada para la Investigación y Persecución de Delitos Electorales, que debe investigar las diversas denuncias. La plataforma Atentocontuvoto.org recibió 53 denuncias de ciudadanos, validando 46. Las violaciones más frecuentes fueron el proselitismo de los partidos políticos (43%), la propaganda dentro y alrededor de los recintos electorales (30%), la distribución de regalos (13%) y la compra y venta de cédulas de identidad (4%).
Era evidente que la prohibición electoral exigida por la Ley 20-23 no se aplicaba en las redes sociales, lo que indica la necesidad de regulaciones más estrictas en el futuro. Nuestros observadores no informaron sobre papeletas premarcadas, pero dadas las numerosas quejas, instamos a la Junta Central Electoral a investigar y divulgar sus hallazgos. Al final del día, Participación Ciudadana elogia a todos los ciudadanos que participaron de manera ordenada y mostraron un fuerte compromiso con la democracia. Esperamos que todos los contendientes respeten los resultados y que quienes resulten electos cumplan con las expectativas de la sociedad dominicana. La Junta Central Electoral merece reconocimiento por sus esfuerzos en organizar las elecciones con trabajo duro, transparencia y eficiencia, sentando las bases para un proceso aún mejor en mayo, abordando cualquier problema persistente. La Policía Militar Electoral también merece reconocimiento por su conducta, que garantizó la tranquilidad dentro de los recintos.