Dos vecinos de Kentucky están demandando a la empresa Givaudan Flavors Corporation por una explosión masiva que dañó sus hogares y causó trauma emocional. Edward Roberts y Ana Carolina Gómez Bridge presentaron la demanda alegando negligencia por parte de la empresa antes de la explosión del 12 de noviembre, que destruyó un edificio, mató a dos trabajadores y lanzó escombros en los patios y hogares cercanos. Los residentes viven en la misma casa que colinda con la planta y acusan a Givaudan de no operar su negocio de manera responsable.
La empresa ha sugerido que se trasladará fuera del vecindario y se reconstruirá en otro lugar. Además, la familia de uno de los trabajadores fallecidos en la explosión está explorando una posible demanda, al igual que un conductor de entrega de alimentos que sufrió un trastorno de estrés postraumático debido a su servicio en la guerra de Irak y que estaba en el área cuando ocurrió la explosión. Docenas de hogares alrededor de la planta sufrieron daños, con ventanas rotas, cuadros caídos de las paredes y yeso agrietado. Los residentes hablan de traumas emocionales y estrés en sus llamadas al 911.
Según la última demanda, Roberts estaba en el sótano de su casa cuando ocurrió la explosión, lo que provocó la rotura de ventanas y daños en la cimentación. Ambos demandantes han experimentado dolor físico y sufrimiento, con Bridge requiriendo atención terapéutica debido al estrés emocional. La demanda también señala que los empleados habían advertido a la empresa sobre el sobrecalentamiento del recipiente, pero que Givaudan no tomó medidas correctivas y continuó con las operaciones.
La explosión en Kentucky ha dejado secuelas en la comunidad, con múltiples demandas presentadas contra la empresa por los daños causados a los hogares circundantes y a la salud mental de las personas afectadas. La situación se agrava con la posible reubicación de la planta y la reconstrucción en otro lugar, lo que deja en el aire la incertidumbre sobre el futuro de la comunidad local. La tragedia también ha generado críticas hacia Givaudan por su supuesta negligencia en la operación de la planta.
A medida que se desarrolla el caso y se desvelan más detalles sobre lo ocurrido en la explosión, las demandas continúan acumulándose contra la empresa, ampliando las implicaciones legales y financieras del incidente. Los residentes afectados buscan justicia y compensación por los daños sufridos, incluyendo la reparación de sus hogares y el tratamiento necesario para hacer frente al trauma emocional provocado por la explosión. Con el apoyo de abogados especializados, están llevando adelante sus demandas para responsabilizar a la empresa por las consecuencias devastadoras del incidente.