El Presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, anunció que el país facilitará permisos de trabajo para ciudadanos venezolanos con documentos vencidos, en respuesta a la imposibilidad de los venezolanos de renovar sus pasaportes debido a la salida de representantes consulares y diplomáticos del país, ordenada por el presidente Nicolás Maduro. Abinader destacó la deuda histórica que la República Dominicana tiene con Venezuela, resaltando el apoyo venezolano durante la dictadura de Trujillo y la asistencia proporcionada a ciudadanos dominicanos que trabajaron en Venezuela, con más de 250,000 dominicanos empleados en un momento dado.
La crisis diplomática surge de la respuesta del gobierno venezolano a las preocupaciones planteadas por siete países, incluida la República Dominicana, sobre la transparencia de las elecciones del 28 de julio. El Consejo Nacional Electoral declaró a Maduro ganador de un tercer mandato, un resultado considerado "fraudulento" por la oposición. En represalia, el gobierno de Maduro exigió la retirada inmediata de representantes diplomáticos de estos países y anunció la retirada de sus propios representantes. Abinader reafirmó su postura de apoyo a la democracia en Venezuela y pidió la publicación de los registros electorales, pero no reconoció explícitamente a Edmundo González Urrutia como el ganador de las elecciones.
En otras noticias, el Consejo de Ministros de la Unión Europea aprobó sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro en respuesta a la falta de progresos hacia unas elecciones legislativas transparentes y equitativas. Estas sanciones incluyen un embargo de armas y equipo que podría utilizarse para la represión interna, así como la prohibición de viajar y la congelación de activos para 19 personas consideradas responsables de graves violaciones de derechos humanos y activamente socavando la democracia y el estado de derecho en Venezuela.
La Unión Europea también expresó su preocupación por la deteriorada situación de los derechos humanos y la democracia en Venezuela, instando a la reconciliación y a un proceso de transición democrática liderado por los venezolanos. La situación en Venezuela ha sido objeto de controversia y tensión internacional, con múltiples países y organizaciones mostrando su apoyo a diferentes actores políticos y presionando por un cambio democrático en el país.
La crisis venezolana ha tenido repercusiones no solo a nivel nacional, sino también internacional, con gobernantes de varios países tomando diferentes posturas respecto a la situación en el país sudamericano. La comunidad internacional ha estado atenta a los eventos en Venezuela y ha buscado medidas para promover una solución pacífica y democrática a la crisis. Los líderes políticos, tanto dentro de Venezuela como en el extranjero, se encuentran en un punto crítico en el que deben tomar decisiones clave para el futuro del país y su gente.