En 2024, la República Dominicana ocupó la posición 97 de 120 países en el Índice de Transición Energética (ETI), una herramienta analítica del Foro Económico Mundial que evalúa y compara el desempeño de los países en su transición hacia un sistema energético sostenible. El país alcanzó un puntaje de 50.1 en este índice, retrocediendo seis puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Durante los últimos nueve años, el país ha mantenido variaciones en su puntuación, oscilando entre 47.3 en 2015 y 50.1 en 2024. El desempeño de este año lo aleja 5.1 puntos porcentuales del promedio de América Latina y el Caribe, cuyo ETI se situó en 55.2.
A pesar de liderar en la dimensión de sostenibilidad, principalmente debido a la dependencia en la energía hidroeléctrica y las recientes expansiones en energía solar y eólica, la región ha visto una disminución del 70 % en la puntuación de inversión en energías renovables en la última década. Otros aspectos como la educación, el capital humano y el entorno de innovación también han experimentado descensos del 5 % y 9 % respectivamente en los últimos diez años. La región muestra un crecimiento lento en términos de transición energética, habiendo crecido apenas un 3 % en la última década.
En el período entre 2023 y 2024, la República Dominicana ha experimentado tanto avances como retrocesos en las principales variables que componen el Índice de Transición Energética. La infraestructura presentó el mayor retroceso, disminuyendo significativamente de 65.8 en 2023 a 44.5 en 2024, reflejando posibles dificultades en el mantenimiento y desarrollo de las redes y sistemas energéticos necesarios para una transición sostenible. De igual manera, la seguridad energética sufrió un retroceso notable, indicando una mayor vulnerabilidad en la provisión y fiabilidad del suministro energético en el país, pasando de 58.8 en 2023 a 48.8 en 2024.
En contraste, las mejoras se observan en el ámbito de regulación y compromiso político, con un incremento de 50.9 en 2023 a 51.5 en 2024. También se registró una mejora en educación y capital humano, sugiriendo una mejor preparación y capacidad de la fuerza laboral para enfrentar los desafíos de la transición energética. La equidad energética se redujo ligeramente, pasando de 67.4 en 2023 a 66.4 en 2024. La innovación se mantuvo estable en 54.8, al igual que las finanzas e inversiones, que permanecieron inalteradas en 48.6.
En resumen, la República Dominicana se encuentra en el puesto 97 de 120 países en el Índice de Transición Energética en 2024, con un puntaje de 50.1, retrocediendo respecto al año anterior. A pesar de liderar en sostenibilidad, la región ha experimentado un descenso en la inversión en energías renovables y otros aspectos como la educación y el entorno de innovación. La infraestructura y la seguridad energética han presentado retrocesos importantes, reflejando posibles dificultades en el mantenimiento de sistemas energéticos sostenibles. Sin embargo, se han registrado mejoras en la regulación, compromiso político y el desarrollo del capital humano en el país.