Daniel Santos de la Cruz, miembro del Comité Central y excandidato a diputado del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), envió una carta al presidente del partido, Danilo Medina, informando su renuncia a la organización. Santos de la Cruz explicó que tomó esta decisión luego de analizar la situación interna del partido, concluyendo que los conflictos entre la vieja dirigencia y las nuevas generaciones han generado una parálisis que impide el progreso y la innovación que el partido necesita. Destacó que no se trata de una cuestión de edades, sino de ideas, pero reconoció que existe una crisis en los mensajes y en quienes los transmiten.
En la carta de renuncia, Santos de la Cruz mencionó que en el congreso del partido realizado en 2020 se intentó una renovación de los organismos de dirección, donde muchos miembros de la nueva generación ganaron de manera democrática su inclusión en el Comité Central. Sin embargo, denunció que más de 150 miembros fueron incluidos "a dedo", lo que invisibilizó los esfuerzos de renovación y disminuyó la influencia en la toma de decisiones. El excandidato a diputado señaló que el PLD solía ser visto como el partido de los inteligentes y de las propuestas innovadoras, pero que ha perdido credibilidad y ahora es percibido como el partido de los desconectados de la realidad dominicana.
Santos de la Cruz también criticó la manipulación de la estructura partidaria para mantener el poder de una élite que ignora los desafíos actuales y se enfoca en sus propios intereses. Denunció la gestión opaca y los procesos internos que favorecen las imposiciones y el populismo, lo cual ha afectado la integridad y credibilidad del partido. Expresó que esta situación ha estancado al partido, impidiendo el debate y la creatividad necesaria para formular políticas efectivas, e instaurando una cultura incompatible con los valores democráticos.
Ante esta situación, Santos de la Cruz decidió renunciar al PLD, pero no a la política, ya que considera que es esencial para los ciudadanos y una responsabilidad fundamental para la humanidad. Agradeció los 21 años de militancia en el partido y las amistades construidas, asegurando que dejará atrás una etapa que consumió su juventud. Concluyó su carta despidiéndose con respeto, cariño y un espíritu constructivo hacia aquellos con quienes compartió su experiencia política.
